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Los problemas de la Misión de Etiopía una patética carta intercediendo a favor de algunos católicos del Harar encar– celados arbitrariamente 52 ; Menelik contesta accediendo el 12 de noviembre, y, como testimonio auténtico de su amistad y respeto, le anunciaba la concesión del Gran Cordón de la Estrella de Etiopía, la más alta condecoración del imperio, que el capuchino P. Marie-Bernard de Cahors entregará al papa el 21 de marzo de 1907, y regresará a Etiopía con nuevas cartas y regalos de Pío X para el emperador, para la reina Taytu y para otros dignatarios 5 3 • Otra legación extraordinaria etíope se presentará al papa el 7 de octubre del mismo año 54 . En 1915, el negus Iyasu, sucesor de Menelik, envía, de nuevo por un capuchino, una cariñosa carta a Benedicto XV, que le corresponde en 1916 con un mensaje y decoraciones 55 . Proclamados reina Zauditú, hija de Menelik, y príncipe regente y heredero el ras Tafarí (futuro Hayla Sel– lase I), el papa les hace llegar, esta vez por manos de mons. Jarosseau, su felicitación y votos el 25 de julio de 1917. Los príncipes correspondieron enviando un legado especial, el P. Gonzalve de Salviac, que en la audiencia del 23 de diciembre de 1920 presentó a Benedicto XV las afectuosas cartas y dones de sus Majestades, y en su discurso pudo afirmar: « La liberté la plus grande est laissée aux missionnaires. » 56 El 21 de junio de 1924 será el mismo ras Tafarí en persona quien se presentará, digno y confiado, a Pío XI5 7 • Es evidente que todas estas iniciativas de los misioneros merecie– ron el apoyo imprescindible y el aplauso de la S. Congregación de Propaganda Fide, quien por fin veía asegurada la existencia y el porvenir de las misiones de Etiopía. Enviados especiales y legaciones etíopes, a su paso por Roma, irán invariable– mente a hacer una visita a la tumba del cardenal Massaia en Frascati, desde el ras Makuonnén en 1889 hasta su hijo el ras Tafarí el 22 de junio de 1924 58 , el cual, ya negus, el 12 de febrero de 1929 concedía a la memoria del gran misionero de los Gallas el Gran Cordón de la Estrella de Etiopía 59 , símbolo también de la gratitud a todos los misioneros que tanto sufrieron por Etiopía y tanto la amaron. 52 Cf. Pii X Pontificis Maximi Acta vol. III (Romae 53 Ibid. vol. IV (Romae 1914) 265 s; Analecta O. F. M. 107 s, XXIV (1908) 118-120; G. Bernoville 246-248. 54 Acta Sanctae Sedis XL (Romae 1907) 667-669. 159 s. XXIII (Romae 1907) 55 I!Massaia II (Roma 1915) 272-282; Osservatore Romano 3 set. 1915, 12 set. 1916; G. Bernoville 263-265. 56 Cf. Analecta O. F. M. Cap. XXXVII (1921) 8-13. 57 Ibid. XLI (1925) 57-63. 58 G. Farina 116-121; Analecta O. F. M. XL 180 s. 59 Il Massaia XVII (1930) 286 s. También sería concedida la decoración a mons. Jarosseau el 28 de noviembre del mismo año: d. Analecta O. F. M. Cap. XLVI (1930) 84. 354

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