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EL ,JANSEKIS:MO ESPAS!OL Y LAS CORTES DE cJmz 283 dad de la Santa Sede. Para sustraerlas a su centralismo el Go– bierno español obtuvo con presiones, y hasta con falsedades, el nombramiento de un Visitador Apostólico en la persona del joven e inexperto Card. D. Luis de Borbón, cuñado de Godoy y Primado de Toledo. Sin apenas haber girado la visita, su arcediano Gor– hea le amaña un largo memorial que se puso a la firma del Rey el 30 de mayo de 1803. En él se pedía al Papa, para remedio del decaído estado de los Regulares españoles, la institución de Vi– carios nacionales, cierta dependencia de los Ordinarios e inspec– ción de estos en el modo de proceder de los Vicarios y en la ad– ministración de las causas pías, y por último, sujeción de los Regulares a los Obispos en las causas civiles, en las que hasta entonces entendía en primera y segunda instancia el Tribunal de la Nunciatura. La Santa Sede por la célebre bula Inter gra– viores de 15 de mayo de 180,'t introducía en las Ordenes Religio– sas de España el sistema de la alternativa en vez de la institución permanente de Vicarios Generales, y en Breves complementarios se accedía a las demás proposiciones del memorial 41 • Obtenida estas concesiones el Gobierno español renunció por el momento a otras pretensiones más graves, entre ellas la de que el Nuncio no tuviera otra representación y facultades que las de embajador de un príncipe temporal o la de legado del Primado para mantener la estricta correspondencia con la Santa Sede 42 • Llegó el año 1808 con el derrocamiento de Godoy y luego con el glorioso alzamiento nacional contra la invasión francesa. La íntegra participación del pueblo sano en la guerra, que pú– blicamente se denominaba Cruzada y Guerra de Religión, augu– raba una renovación política y religiosa en España. Desgracia– damente el nuevo Gobierno había de seguir en muchas decisiones sobre materias eclesiásticas la impronta y consejo de jansenistas y regalistas, casi como en los tiempo:; ,1,,1 <thsolutismo. Los azares de la guerra, o tal vez el noble afán de servir a la Patria, reunió en Sevilla, donde se hallaba la Junta Central Suprema Gubernativa desde el 16 de diciembre de 1808, un grupo de eclesiásticos imbuídos en el jansenismo jurisdiccionalista. Nos 41 BASILIO DE HuBf, O. F. M. Cap., Reforma de Regulares en Es– paña a principios del siglo XIX. Estudio histórico-jurídico de la Bula « Inter graviores » (15 mayo 1804), (Barcelona 1943), 34 ss. < 12 In., 75.