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94 EL MENSAJE DE LA BIBLIA LA BIBUA EN EL CAMPO DE LA APOLOGÉTICA La Biblia ofrece al sacerdote unas armas incisivas y con tundentes en el campo de la apologética. En esic' sentido Ila· ma San Pablo (Ef., 6,17) a la palabra de Dios, ((la del espíritu.>> La Escritura proporciona al sacerdote, para la de· fensa de su fe, criterios externos mediante profecías Jo,; milagros, para demostrar que el Cristianismo es la religión de la fuerza de Dios. Las relaciones escritas de la Biblia sobre milagros son la prueba auténtica de la aut:oridad divina con– ferida a la palabra de los hombres de Dios. En la apologétñca cristiana, desde los tiempos de los y juntamente con las pruebas del poder divino por los de la Bi- blia, encontramos las pruebas por las profecías del Antiguo Testamento, que se refieren al destino del puehlo elegido, su reino y su esplendor, a la persona de Jesús: su pasión y resurección, las luchas y victorias de sus discípulos. Impregnándose de esta ciencia teológica y apologética que recobran las Sagradas Páginas, el sacerdote realiza la frase de San Jerónimo: ((El que se apoya sobre los testúmo nios de los Santos Libros es un antemural de la Iglesia. «COME: ESE ROLLO Y HABLA LUEGO A LA CASA DE ISRAEL>) Es oportuno recordar aquí, como puente de unión entre lo dicho y lo que escribiré sobre la importancia de la Biblia en el ejercicio pastoral, la dramática visión de Ezequiel en el inicio de su misión profética. El Señor la manda a, predicar en medio del pueblo rebelde, «de cara dura y corazón empe– dernido)) y para alentarle en su arduo cometido, le dice : «Tú, hijo de hombre,.. no temas sus palabras, no tengas miedo