BCCCAP00000000000000000000429

Et MENSAJE bE LA BIBLIA las exhortaciones del Sumo Pontífice y «de cuánto fruto han reportado los fieles en no pocas regiones, de este renovado estudio de los Libros Sagrados», y da normas prácticas y oportunas en lo que se refiere más bien a la pastoral bíblica que vemos en el apartado siguiente. Todos estos documentos citados demuestran la gran im– portancia que la Iglesia da a los estudios bíblicos en la vida del seminarista y del sacerdote. No es extraño que la Comisión Bíblica, en su Instrucción de r3 de mayo de 1950, escriba estas líneas, dignas de una me– ditación atenta y responsable por parte de superiores, pro– fesores y sacerdotes o aspirantes al sacerdocio : «Todo el mundo admite que los estudios bíblicos, tan útiles para la pie– dad sacerdotal y la actividad apostólica, merecen ser hechos y desenvueltos con el mayor celo, y por eso, no puede menos de deplorarse vivamente que no se les dé siempre el honor que merecen y que se les sacrifique injustamente con frecuen– cia a otros estudios y, a veces, hasta que se les olvide indig– namente.» EJEMPLO Y CONSEJO DE MALDONADO En P. Prat, en su biografía sobre el gran exégeta español lVlaldonado, cuenta así el gran celo de éste por los estudios de la Biblia. Maldonado, antes de convertirse en exégeta de gran renombre, enseñó brillantemente teología en la Unh·er sidad de París (1534-1583). Encaminaba todos sus estudios al de la Sagrada Escritura-escribe el P. Prat-. A fin de estu– diarla en sus fuentes, se había familiarizado con todas las len-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz