BCCCAP00000000000000000000429

P. CAlltOS DE VILLAPADIERNA 91 y superiores generales de Ordenes religiosas, sino, además, a los rectores de seminarios generales y a los profesores de Sagrada Escritura. No se contenta la Comisión con exigir que los profesores de Sagrada Escritura sobresalgan en vida sa– cerdotal y que estén graduados en Sagrada Biblia, sino que les manda se dediquen durante toda su vida a estos estudios, reco– mendando a los superiores que les libren de otros ministerios, ((por santos y nobles que sean». Se repiten las normas de los documentos anteriores acerca de las explicaciones, que han de ser preferentemente doctrinales, con un tono científico aco modado a quienes no han de ser especialistas, afrontando con sinceridad y valentía las dificultades. Con algunos alumnos más aventajados el profesor tendrá algún cursillo especial : debe también viligilar y encauzar las homilías que sobre te· mas bíblicos prediquen los estudiantes de teología. Y para que los sacerdotes, al salir del seminario sigan cultivando el estudio de las Sagradas manda que incluyan clles– tiones bíblicas en los programas dt: los exámenes sinodales en las conferencias de re morali et liturgica, que han de cele– brarse según los cánones 131 y 591. Tres meses después de esta Instrucción, el Papa prom11! ga su encíclica ((Humani generis» sobre los errores de la lla– mada «teología nueva)), el 12 de agosto de 1950. Llama la ,...tendón de los profesores de Sagrada Escritura para que se muestren cautos en la exposición de teorías nuevas; señala los límites dentro de los cuales los estudios de las Sagradas Páginas pueden hacer uso de aquella libertad que la Iglesia concede en la «Divino afflante Spiritu». En 15 de diciembre de 1955 la Comisión Bíblica, en una Instrucción Jirigida a los Ordinarios reconoce el entusiasmo con que los excelentísimos Prelados han puesto en práctica

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz