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Í'. CARLOS DE VILLAPADIERNA 55 ARTÍCULO l\í.-POR RAZÓN DE SU INFLUENCIA. No puedo sino resumir en breve y enjundiosa síntesis algu- 110s de los principales aspectos de esta influencia tan univer– intensa y permanente de la Biblia. a) En la Teología.-Desde los Santos Padres hasta las aulas de nuestros seminarios y universidades, la Teología vive de la Escritura, se alimenta y se inspira en ella. J'or eso el gran Papa León XllI veía en la Biblia ((el alma de la Teolo– gía)). En la encíclica Provindentissimus Deus manda a los obispos: «Procurad con vuestra autoridad y vuestras exhor– taciones que en los seminarios y centros de estudio someti– dos a vuestra jurisdicción se dé a estos estudios el vigor y la prestancia que les corresponde.>, Para promover y prote– ger los estudios bíblicos crea la Pontifica Comisión Bíblica u1 J 903. Todos los Romanos Pontífices posteriores han incul– cado insistentemente el estudio concienzudo y serio de las sa gradas páginas. El Papa felizmente reinante, en varios docu– mentos solemnes manifiesta su prc'.ocupación e interés por el fomento de los estudios bíblicos en los sacerdotes y fieles. En la grandiosa y radiante encíclica Divino Afflante Spiritii ex– horta asi a los exegetas y predicadores : «Apaciéntese tam– bién con este mismo manjar las mentes de los fieles para sa– car de él conocimiento y amor de Dios y el propio aprove– chamiento y felicidad de sus almas. Entréguense, pues, de todo corazón a este negocio los expositores de la divina palabra ((Oren para entender», trabajen para penetrar cada día eón más profundidad en los secretos de las sagradas páginas, en– señen y pkdiquen, para abrir también a otros los tesoros de la palabra de Dios. Lo que en los siglos pretéritos llevaron a cabo con gran fruto aquellos preclaros intérpretes de la Sa-

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