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EL MENSAJE DE LA BIBLIA rarquizados : una iglesia se compone de «egumenoi» y de «Aguioi», de directores y de dirigidos. (Hebreos 13,14). Dios confía a aquellos el alma de éstos ; son responsables, por eso se les debe respeto y obediencia. El motivo de esta obedien– cia radica en que estos jefes son responsables ante el Sobe– rano Juez (12,13), lo que implica, de una parte, que Dios los ha confiado este oficio y que hablen en su nombre; de otra parte, que ejercen un ministerio tan importante con delica– deza de conciencia. d) La rnestión social.-Es útil, digno y oportuno estu– diar brevemente a la luz de la Biblia la cuestión más deba– tida, más decantada y que más literatura ha producido en los tiempos modernos, la llamada «cuestión socialn. La ley, los profetas y los sabios de Israel proclaman y predican constantemente la imparcialidad e incorruptibilidad en el ejercicio de la justicia, según los postulados de la ley eterna. Ante la venalidad de los jueces y la corrupción de– bida a la tiranía de los reyes, los profetas claman con acen– tos apocalípticos por un orden más acorde con la justi– cia divina. Léase el capítulo 21 del primer Libro de los Re– yes, donde el rey de Israel, al no poder conseguir la viña de Nabot, para hacer de ella huerto de legumbres, ya que se en– contraba contigua a la casa del rey, manda, inducido por la astucia malévola de su mujer, que Nabot sea sacado fuera de la ciudad y lapidado. Una vez muerto el propietario, Ajab, rey de Israel, se presenta en la viña para posesionarse de ella; y es t'ntonces cuando aparece, impulsado por el espíri tu de Dios, el profetia Elfos, que le increpa con estas san– grantes palabras: «Así habla Yavé: ¿ no eres tú un asesino y un ladrón? en el lugar mismo donde han lamido los perros la sangre

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