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P. CARLOS DE VILLAI'ADIER;,i'A 389 e) Otros medios: 1) Organización de retiros bíblicos, cursillos bíblicos para sacerdotes, para maestros y educadores, para dirigentes de Ac– ción Católica y para el público, según las diferentes categorías sociales. 2) Información bíblica en la prensa católica mediante ar– tículos y recensiones bibliográficas. 3) Reuniones periódicas de especialistas para estudiar en común problemas actuales de exégesis. Tales coloquios pueden versar también sobre la formación bíblica de los futuros sacer– dotes. 4) Formación de catequistas. Profesores de religión. 5) Formación de un centro de material de proyecciones para ilustrar las conferencias bíblicas, y la enseñanza en Semi– narios, centros parroquiales, sobre el País de Jesús y pueblos relacionados con él, Historia de Israel, de Cristo y de la primi– tiva comunidad, etc. 6) Edición de un calendario bíblico que contenga en la hoja de cada día algunos pasajes escogidos de la Biblia, según un plan determinado. Esto engendra la familiarización con el Texto Sagrado y la curiosidad por leer toda la Biblia. Se han en– sayado, con óptimos resultados, en Suiza. 7) El principal medio-clave del éxito verdadero-es la unión y la colaboración que no es lo mismo que absorción o monopolio, trabajando todos con una finalidad única: la expan– sión de la Palabra Divina entre los fieles. Estos son los principales medios que a mí se me ocurren. No son todos y quizá tampoco los más eficaces; pero, ciertamente, son buenos y útiles, ya que en algunas naciones han sido pues– tos en práctica en mayor o menor escala. Cada cual puede apor-