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36o EL MENSAJE DE LA BIBLIA teatros, los cines, las salas de conciertos y otros lugares de re– creo; no es, pues, solamente el deseo inmoderado de goces ni el sentimiento del arte lo que los funda y mantienen. También el motivo verdadero que impulsa a los hombres a buscar el bu– llicio es el de no hallarse nunca a solas con sus propios pensa– mientos. Por tal razón, el alcohol es también una potencia por ahora invencible; en primer lugar, no porque sea causa de frui– ción (y gozar es para muchos el fin de la vida), sino más bien porque es un "quitapenas", porque es el río Leteo del mundo moderno." El deporte, las excursiones domingueras a la montaña, al río, a la costa del mar, al cine, al teatro y los conciertos son pasatiempos dignos que calman los nervios y tonifican el orga– nismo; pero cuando de todo esto se hace no un medio, sino un fin absoluto y total; cuando todo esto se convierte en fruta ape– titosa cuyo jugo se exprime como niños glotones, entonces vie– ne el desorden, y tras el desorden el hastío y la insatisfacción. LA VERDADERA ALEGRÍA, SEGÚN LA BIBLIA La Biblia exalta en cada página la felicidad del hombre alegre: "Todos los días del afligido son malos, pero el corazón contento es fiesta continua" (Prov., 15, 15). "Un corazón go– zoso es una excelente medicina; un espíritu abatido seca los huesos" (Prov., 18, 22). "La alegría del corazón la vida del hombre, y la alegría del hombre es para él longevidad y exis- tencia larga" (Ecles., 30, 22). "Justos, alegraos el Señor y vivid en· el contento. Lanzad de alegría todos que te- néis el corazón recto (Ps., 32. 11); servid a Dios con gozo, ve- nid a su presencia con Es El quien nos ha hecho y a