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346 EL :MENSAJE DE LA BIBLIA HUMILDAD ANTE LA GRANDEZA INSONDABLE DE DIOS "¡Eternidad, insondable eternidad del dolor! Progresará ma– ravillosamente la especie humana; se realizarán las más profun– das transformaciones. Junto a un balcón, en una ciudad, en una casa, siempre habrá un hombre con la cabeza, meditadora y triste, reclinada en la mano. No le podrán quitar el dolorido sentir." Esto que escribe el gran estilista español Azvrín en su libro Castilla, es la expresión de una realidad universal, ineludi– ble y sempiterna. "De igual modo que nadie puede eximirse del amor, alma del mundo, tampoco nadie puede librarse del dolor", dice la Imitación de Cristo. La postura que la Biblia recomienda frente al dolor es la resignación paciente el acatamiento voluntario. Esto se despren– de de la respuesta de Dios en el libro de Job. Para la vida re– ligiosa del individuo, el poeta aporta al problema del sufrimien– to la solución que aún hoy no ha sido superada: Dios es guía omnipotente y sabio del mundo. La mirada de la Providencia sigue el curso de la vida de cada ser humano con tal atención que cada alma está en una relación única en su género con su Creador y Conservador de su existencia. Todo ser humano ex– traviado, que busca y suspira por la patria celeste, está prote– gido de una forma absolutamente única en un camino lleno de asechanzas. Si los seres humanos desconocen esta protección en toda su existencia, es porque comprenden o quieren mal su fe– licidad, porque la confunden con los planes de la voluntad pro– pia o del bienestar burgués en vez de verla en la realización de su naturaleza y de su ser. Si la Providencia usa frente a ellos de medios de corrección y les hiere, lo hace siempre, sin em– bargo, por sabiduría y amor. La voluntad propia debe ser des– integrada por los sufrimientos, de modo que se forme en el alma un espacio vacío para recibir la gracia. "El hombre--escribe

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