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344 EL MENSAJE DE LA BIBLIA Dios, que obra el perdón y causa la salvación, es la muerte del egoísmo, y coloca en el centro de la religión la expresión más perfecta y heroica del amor: el sacrificio del espíritu. "El su– frimiento es trascendido mediante el amor", escribe monseñor Fulton en su libro La vida merece vivirse. El dolor sin amor es sufrimiento o infierno. Sufrir con amor es sacrificio. El amor no tiene el poder de matar al dolor o de extinguirlo; pero sí tiene el poder de disminuirlo, o de sublimarlo y transformarlo. Después de haber perdido dinero, los perdedores dicen con mu– cha frecuencia: "¡Ojalá que lo haya encontrado alguna persona pobre!" El amor a los pobres suaviza la pérdida sufrida. Una madre permanece en vela toda la noche junto al lecho donde yace enfermo, excitado por la fiebre, su hijo amado; mas para ella, esa permanencia en vela no es sufrimiento, es amor y sa– crificio... Vivimos en un universo en el que es posible ayudar a las demás personas. Aunque se esté luciendo los mejores te– jidos de lana en el propio traje, y aunque el que los luce no ha hecho lo más mínimo por críar, mejorar y trabajar las ovejas y las lanas, usufructúa los trabajos de otros. La mayoría de nos– otros no cultiva las verduras y frutas que todos comemos, pero todos participamos en la comunidad de los trabajadores en una forma u otra. Así, de un modo similar, podemos transferir y .comunicar a los demás los méritos de nuestros sufrimientos, ,ofrendados en unión con la Cruz. El gran misterio del mundo no es lo que la gente sufre, ¡es lo que la gente pierde cuando sufre! Podría ir acuñando mone– da de gran valor para su propia salvación y para la salvación ,del mundo. ¡La tragedia del dolor malgastado, de las lágrimas que no son santificadas, de los atroces sufrimientos, de los acerbos dolores, de los insoportables males! ¡Cuántos de esos valiosísimos tesoros son desaprovechados y convertidos en mal– diciones, porque los que las padecen no tienen al Ser a quien