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32 EL MENSAJE DE LA BIBLIA b) Cristo.-El sol en torno al cual gira todo el siste– ma planetario de las Sagradas Páginas es Cristo, el Profeta excelso que debía venir a este mundo anunciando: «Yo soy el camino, la verdad y la vida11 (Jn. 14,6). En última instan– cia, es la persona de la que compendia y resume pro - fundamente toda la Biblia. En definitiva, la cuestión más im– portante y trascendente para el hombre de todos los tiempos, la pregunta que en el fondo angustia e inquieta a todo hom– bre que piensa es ésta, que el mismo Salvador propone a los fariseos: ¿ Qué pensáis de Cristo? (Mt. 22,42.) Y la respuesta la da San Pedro, con su palabra fogosa e intuitiva: «Señor, ¿ a quién iremos? Tú tienes palahras de vida eterna y nosotros hemos conocido creído que Tú eres el Santo de Dios.1> De Dios a Dios mediante su Hijo Jesu– cristo, tal es el tema inmenso de la historia humana y por lo mismo de la Biblia, libro de la Humanidad, desde el primer capítulo del Génesis en el Antiguo Testamento, hasta el úl– timo del Apocalipsis en el Nuevo. Ya en los orígenes de la historia humana encontramos eJ anuncio gozoso de la redención libertadora del pecado, por obra y gracia de aquel que aplastará la cabeza de la serpien te: «Pongo perpetua enemistad entre tí y la mujer y entre tu linaje y el suyo ; éste te aplastará la cabeza y tú le morderás a él el calcañal)) (Gc'n., 3,15). La idea central que guía a los his– toriadores y profetas es el establecimiento del reino de Dios por el Mesías. El Mesías ha venido y ha fundado el nuevo rei– no de Dios. El E,vangelio describe la vida y obra de Jesús : en los Hechos de los se narra la expansión del reino de Dios en la primitiva Iglesia y su entrada en la me– trópoli del imperio, Roma. En el Apocalipsis se predice el triunfo y la glorificación eterna de este reino ; en las epísto– las de San Pablo y otros Apóstoles se siente el eco íntimo,

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