BCCCAP00000000000000000000429

EL MENSAJE DE LA BIBLIA de Dios, dejan oscuras e inertes las profundidades del corazón, viéndose el hombre obligado a suspirar con Goethe, autor de Fausto: "¡Ah! Estoy cansado de tanto trabajar. ¿Para qué tanto dolor y tanto placer? Dulce paz, ven, a mi pecho ven." LA BIBLIA, REMEDIO EFICAZ DE TANTO DOLOR Sin Dios, la vida no es más que un viacrucis sin sentido, sin Dios el hombre nunca podrá escapar del suplicio de Tántalo, de su angustia, y de su tedio. Y o quiero ir analizando las causas de esta desesperación existente en la mayor parte de los hombres modernos proponien– do, al mismo tiempo a la Biblia como remedio eficaz, como cal– mante misterioso de tanto dolor. "Es demasiado evidente que el hombre se busca en nues– tro mundo moderno; ha creado una ciencia que le deja sin respuesta a las cuestiones esenciales en un universo ampliado ante sus ojos en el tiempo y en el espacio; ha creado una civi– lización industrial que no ha encontrado todavía una forma hu– mana; tiene el justo orgullo de su obra, que es el testimonio irrecusable de su extraordinario genio; pero no puede ignorar el hombre lo que hay en él de insatisfecho y de decepcionado, lo que los resultados que él ha conquistado conservan de triste– mente insuficiente; demasiada angustia íntima, demasiada mise– ria social, demasiadas ruinas, demasiados muertos le han hecho imposible la quietud de las conformidades limitadas. Se mani– fiesta en rebeldía, se alza en el amargo sentimiento de su or– gullo, en tantas otras formas de su patética inquietud: dolorosa humanidad que no consiente, a pesar de las apariencias, en desesperar de sí y que se aferra a las menores posibilidades de descubrir en su verdad, como el árbol de montaña que echa sus raíces en la más estrecha infractuosidad de la roca."

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz