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::So EL MENSAJE DE LA BIBLIA en Oriente Medio, donde los árabes que circundan el Nuevo Estado no perdonan el que un millón de hombres de su raza y de su religión vivan en tiendas de campaña, como beduinos mi– serables, mientras sus casas y posesiones están injustamente ccu– padas por judíos a quienes era indiferente vivir en Madagascar o en Mozambique, porque nada tenían que perder. El problema planteado por árabes y judíos tiene difícil so– lución a causa de la enorme y decisiva influencia del sionismo sobre las grandes potencias occidentales y la intransigente obs– tinación de los interesados. Las amenazas recientes de Ben Gu– rion llevadas a efecto por la fuerza, sobre la necesidad impe– riosa de buscar una salida al mar por el golfo de Akaba, son una prueba más de que la política israelita parece tener como finalidad notoria crear y mantener en el mundo árabe una at– mósfera de tensión permanente, muy oportuna siempre para justificar la acción militar. Con esta salida al mar el Estado is– raelí sacudiría el enojoso y mortal bloqueo impuesto por Egipto al controlar el paso por el canal de Suez. A mi modo de ver, y tal como están las cosas, la paz de Oriente Medio, en lo que a árabes y judíos atañe, exigiría el cumplimiento de estos postulados: 1) Israel debe admitir a los expatriados árabes o indem– nizar convenientemente a los que prefieran vivir en el exilio. 2) Los árabes deben resignarse a aceptar la existencia del Estado de Israel como un hecho irremediable y consumado. 3) Israel debe dar facilidades de acceso al Mediterráneo a Jordania; a su vez, Jordania y Egipto deben conceder a Israel facilidades portuarias en el Mar Rojo. 4) Los Lugares Santos deben ser internacionalizados, según los deseos del Ronuno expuestos a continuación.