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2 74 EL MEXSAJE DE LA BIBLIA auténtico. El judío rehuye el campo ya desde antiguo, y estos hombres, que nunca se han doblegado para arrancar una hier– ba, son puestos en la disyuntiva terrible: o trabajar la tierra ingrata bajo el sol aplastante o morir de hambre. Y los judíos -aunque muchos a regañadientes-trabajan el campo. Se nota en Israel actividad, dinamismo, inquietud creadora. Han con– vertido regiones áridas en verdaderos jardines. A pesar del problema económico creado por la inmigración en masa, el Gobierno israelita desea llegar en dos años a cua– tro millones de habitantes. Salta a la vista lo absurdo de este propósito, pero las inten– ciones judías abarcan horizontes más amplios: Israel desea te– ner suficiente número de hombres con que oponerse a la masa del mundo árabe. La fuerza militar de Israel se ha triplicado desde 1948 y sigue creciendo incesantemente. El Gobierno está decidido a convertir al Ejército israelí en el más poderoso de Oriente Medio para regatear después con los norteamericanos en cualquier tratado defensivo. Los últimos acontecimientos bé– licos indican que ningún Estado árabe, aisladamente tomado, ni siquiera Egipto, puede hacer frente a los valientes y discipli– nados judíos. Una de las causas más graves de la crisis económica, y que a la larga puede dar al traste con las esperanzas sionistas, es el cerco férreo de los árabes. Una puerta hermética cierra ambas fronteras; el ferrocarril que unía Jerusalén con el Líbano y Turquía, está paralizado; lo mismo las demás vías de acceso a Egipto, Jordania y Siria. En el mundo árabe abundan artícu– los de toda clase; existen más desocupados, es cierto, pero los mercados están repletos de subsistencias. Nada de esto puede atravesar la frontera israelita, a excepción del contrabando en pequeña escala, efectuado entre los árabes de ambos estados en Galilea. Israel se ve obligado a importar y exportar sus pro-