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EL MENSAJE DE LA LIBLIA primera guerra, tras sangrientas batallas, entra en Jerusalén, lleva ya la orden de cooperar a la formación de un Estado ju– dío. El 4 de octubre de 1918, el Gobierno inglés vota el pro– yecto sionista, recibiendo el consentimiento de Estados Unidos. Y el 2 de noviembre de 1918, lord Balfour publica su famosa declaración en que promete la formación del Estado judío en Pqlestina. En reconocimiento de los servicios prestados por los judíos a Inglaterra en la primera guerra mundial, lord Balfour dirige a Rotschild el siguiente mensaje: "El Gobierno de su Majestad ve con agrado el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío, y empleará sus mejores es– fuerzos para el logro de este objetivo, entendiéndose claramente que no se hará nada que pueda perjudicar los intereses civiles y religiosos de las comunidades no judías existentes en Pales– tina o los derechos y el status político de que gozan los judíos en cualquier otro país." Resulta interesante conocer el origen de la promesa de In– glaterra a los judíos. Tiene lugar durante la guerra, en un mo– mento de alarmante escasez en la fabricación de explosivos. En este tiempo, el alcohol de madera es uno de los ingredientes necesarios para la fabricación de la cordita; en 1916 los sub– marinos alemanes hacen imposible su importación de Estados Unidos en cantidades suficientes. Para remediar esta dificultad, que puede llevar a una verdadera catástrofe, se ordena a los científicos ingleses que investiguen el modo de encontrar algún sustitutivo del alcohol de madera. Un judío, brillante catedrático de Química en la Universi– dad de Manchester, llamado Chaim Weizmann, promete traba– jar día y noche hasta conseguir el hallazgo ansiado. A las po– cas semanas anuncia la gozosa solución del problema. Así que– da asegurado el suministro inglés de cordita. Cuando le pre– gúntan qué recompensa le gustaría, el doctor Weizmann con-