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20 EL MENSAJE DE LA BIBLIA ramos del saber humano. El interrogatorio se desarrolla so– bre un palcoscenio, en cuyo centro hay una cabina aislada donde, por espacio de treinta segundos, puede reflexionar tranquilamente. Nada puede distraerlo, porque la pared an– terior de la cahina está formada por un cristal especial, per– mitiendo a los espectadores observar las reacciones del opo– sitor dnrante los treinta fatales segundos. LA PRIMERA EN LLEGAR A LA TERCERA SEMANA ES UNA ASIDUA LECTORA DE LA BIBLIA I ,a primera candidato en llegar a la tercera semana de prueha, con un premio de 32.000 dólares, ha sido una ancia– na señora de Pensilvania, Catalina E. Kreitzer, madre de seis hijos, abuela de nueve nietos y asidua lectora de la Sa– grada Biblia. He aquí las etapas de su exhibición: Pregunta de los ocho mil dólares: Locutor.-¿ Cuáles fueron las palabras escritas por una mano misteriosa sobre la pared del palacio real durante la cena del rey Baltasar? S effora .-1\/J:cne, tekel, ufarsim. Y no se crea que la pregunta es sencilla. En cierta oca– sión preguntaba el ministro de la guerra francés a Mr. Bi– dault sus impresiones acerca de los acontecimientos de Ma– rruecos, y Bidanlt, que ha sido profesor de Historia, le con– testó: ((está escrito en la pared». Hacía alusión a la frase bí– blica, que no fué comprendida por el ministro de la guerra. Si hubiese leído asiduamente la Biblia como la señora de Peñsilvania, la frase de su colega no hubiese necesitado acla– raciones posteriores.

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