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188 EL MENSAJE DE LA BIBLIA 3) Criterio empírico ¡(usado entre los Ca~vinistas, Lute– ranos y modernistas). Según algunos, el lector descubre el origen divino del Libro mediante los efectos admirables que obra en su alma: gusto, sabor espiritua1, ansias de arrepen– timiento, anhelos de virtud; según otros, es una ilumina– ción interna de Dios la que determina en cada lector qué li– bros han de tenerse como inspirados. Estos criterios,' puramente subjetivos, están expuestos a ilusiones y ;iJucinaciones ; pues hay muchos hbros ascético– místicos que pueden impresionar más vivamente al lector que otros de la Sagrada Biblia. b) Tampoco el testimonio meramente humano es sul'i– ciente para probar el origen divino de un libro. Porque el testimonio meramente humano está expuesto a error y ~no puede fundar una certeza divina, como se requiere para ad– mitiir el hecho de la inspiración. c) Podría preguntarse: el mero hecho de que un libro haya sido escrito por un apóstol ¿ no probaría suficientemenk su inspiración y origen divino? A esta pregunta los autores responden: 1) Es cierto que San Marcos y San Lucas no fueron apóstoles, y, sin embargo, sus escritos han sido siempre con– siderados como inspirados. 2) El icriterio de apostolado tiene un valor negatiJvo, en cuanto que un libro escrito ·después de la édad apostólica no puede considerarse como inspirado. Porque la revelación de verdades nuevas se clausura con el último apóstol, y siendo la ;inspiración un dogma de fe, no puede empezar a existir después de la edad apostólica.