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168 EL MEXS_\JE DE LA BIBLIA ras están tomadas y calcadas en d Texto Sagrado. Así fray Luis de León ha sentido como nadie la poesía de la Biblia, _proyectándola en sus poemas. Calderón, «el gran cantor de la Biblia en la literatura universal» como le llama el cardenal F,aulhaber, se mueve siempre dentro de la poesía bíblica. Son numerosas las producciones, tanto en poesía como en teatro, sobre asuntos bíblicos del Fénix de los Ingenios, Lope de Vega ; así podríamos seguir engarzando una cadena dorada de nombres ilustres cuyas obras reposan siempre sobre una base bíblica. Influencia en la pintura y demás artes.-Lo mismo que la poesía, la pintura y la escultura y demás artes plásticas han tomado de la Biblia los mejores motivos de su inspiración. La Biblia es una fuente inagotable de argumentos artísticos grandiosos y conmovedores. Mediante el arte los pasajes bí– blicos, la historia sagrada, llena de episodios encantadores y sublimes, se hace carne y vida en el alma del cristiano, sobre todo del cristiano sencillo y sin cultura. Desde el principio la Iglesia ha aprovechado la idea expresada más tarde por San Gregario Magno : Pict1wa,i, s1mt libri laicorum {las pinturas son el libro de los simples). Ya en las Catacumbas, los motivos sacados de la Biblia --y que pueden admirarse en parte hoy día-eran una ma– nera plástica, intuitiva de enseñar a aquellos primitivos cris– tianos las principales vtrdades de la fe y los pasajes más vi– tales de los libros sagrados. La persona de Cristo predomina en las pinturas funerarias, sobre todo en aquellas escenas que manifiestan su amor a los hombres, su misericordia infinita. El arte de miniaturas se desarrolla con una perfección y profusión extraordinarias ; intercaladas en el texto, al mar-