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PRÓLOGO 15 do Él el centro de la Biblia, bien puede decirse de ella, mejor que de ningún otro libro, que en ella se contiene "la Palabra de Dios". Este carácter divino de la Biblia nos explica por qué ha ejer– cido tanto influjo en la literatura universal y en la historia de la Humanidad. En la cultura de Occidente, rectora-todavía– del mundo, el cristianismo es un elemento esencial; y, en él, la Biblia ocupa un puesto de primer orden. Este privilegio le viene precisamente de su carácter: porque, sin dejar de ser humano, es un libro estrictamente divino. En nuestro catolicismo de hoy sigue aún influyendo la Bi– blia; pero casi sin saberlo la mayoría de nosotros. Vivimos de la herencia más que de nuestra producción o contacto directo con la Biblia. La Biblía es "palabra" operante de Dios y es vida; pero se ha convertido, para la gran mayoría de los cató– licos, en palabra ineficaz y en letra muerta. Esto no deja de ser un verdadero contrasentido. Y quizá por eso nuestro catolicismo sea un poco claudicante y depauperado. Para que el influjo de la Biblia sea en nosotros más directo y eficaz, tenemos que llegarnos a ella; pero considerándola como lo que es: como "palabra de Dios" escrita, que nos pondrá en contacto vital con la "Palabra ele Dios" encarnada. Leída con fe y constancia, ciertamente nos revelará el gran misterio de Cristo-Palabra de Dios. Dejará de ser libro sellado, para conver– tirse en fuente inagotable, cuyas aguas saltan hasta la vida eterna. Pero aunque la Biblia es accesible a todos, su lectura pre– senta no pocas dificultades. Son libros escritos en el transcurso de más de mil wzos, y hace ya dieciocho siglos que se escribió el último. Sus autores humanos vivieron en muy distintas épocas. Todos ellos eran mentalidades diferentes y tenían su modo pro– pio de pensar y de expresarse. Escribieron, además, en diversas lenguas, todas extrañas a las lenguas de hoy. Por todo ello, nece– sitamos conocer, previamente, el ambiente geográfico, histórico, cultural, religioso y social en que se escribieron los diversos li– bros de la Biblia, para que así estemos preparados a compren– der su MENSAJE.