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BELLEZA DE LA BIBLIA La Biblia, antes que nada, es un libro con una finalidad emim,ntemente religiosa. Todo cuanto en ella se dice de al– gún modo está envuelto en luz de eternidad. Pero esa doc– trina religiosa, que constituye el núcleo precioso del Te:iíto Sagrado, se transparenta a través de escritos de muy diversa índole desde el punto de vista literario. Encontramos escri– tos en prosa y escritos en verso; dentro de cada género, el valor artístico es muy variado, dependiendo, como es natu– ral, ,de la personalidad del que escribe ; al lado de capítulos de una prosa simple y rudimentaria, el lector descubre piezas de la más sublime y patética poesía. POESÍA DE LA BIBLIA Una de las características de los poetas y oradores de la Biblia es lo que podríamos llamar su plasticidad al hablar y al escribir. Revisten sus ideas de imágenes matizadas, de metá– foras tomadas del medio ambiente, de colores vivos e impre– sionantes. ,Aun lo más espiritual, invisible y abstracto se pre– senta de modo claro, atrayente y sugestivo. Véase, a manera de ejemplo, cómo Jsaías expresa figuradamente la omnipo– tencia y dominio absoluto de Dios : «¿ Quién midió las aguas con el hueco de su mano? Son las naciones como go.ta de agua en el caldero, como grano de