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P CARLOS DE VILLAPADIERNA 125 bros del Nuevo Testamentio; escritos todos en griego, como hemos dicho, menos el original de San Mateo, hubieron de ser traducidos al latín, al copto, al árabe y a otras lenguas incorporadas al Cristianismo. Las dos versiones más importante para la lengua griega y latina, respectivamente, son la de los Setenta y la Vulgata. Versión de los Setenta.-Es la primera versión griega de la Biblia, y, aun más, la primera tiraducción de una lengua a otra en toda la literatura universal. Fué hecha en Alejandría para uso de los judíos helenistas, es decir, los judíos que re– sidían en el Imperio griego de Alejandro Magno y que no en– tendían ya el hebreo. El trabajo duró desde la mitad del si– glo III antes de Cristo hasta el final del siglo u antes de Cristo. Se llama «alejandrina», por el lugar, y versión de los setenta, por lo que indico a continuación. Según una carta escrit:a por un tal Aristeas a Filócrates, la versión griega «alejandrina» se originó de la siguiente manera. El rey Tolomeo Filadelfo (285-47), hombre de cien· cía y entusiasta de los libros, rogó a las autoridades de Je– rusalén le enviasen hombres peritos en el hebreo y en el griego; las autoridades de Jerusalén enviaron setenta y dos doctores de la Ley, seis por cada tribu, quienes, retirados en la isla de Faro, situada delante del puerto de Alejandría, tradujeron todo el Pentatéuco en setenta y dos días. El nú– mero legendario y simbólico setenta y dos, que se repite fre– cuentemente en la carta, se redondeó más tarde en setenta, dando origen a la denominación de versión de los Setenta. Ya en la era cristiana, se hicieron muchas versiones e::n griego, pero todas hicieron de la «alejandrina» el fundamen– to y la norma. Entre las principales se cuentan las de Aquila, Teodoción y Sínmaco.

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