BCCCAP00000000000000000000429

P. CARLOS DE VILLAPADIERNA LA BIBLIA NACE EN LA PENÍNSULA DE ARABIA Sabemos ciertamente que con Moisés, el gran conductor de hombres, tiene su origen la Biblia. El Libro Sagrado nace en las estepas de la península de Arabia hacia el siglo xv o XIII, según la fecha que se asigne a la época mosáica. Luego, como un organismo, se desarrolla paulatinamente, sin que sea posible precisar, las diversas fases de su evolución. Esta co– lección multiforme de libros nos interna en regiones dispares donde tiene origen: en Mesopotamia, en EgiptlO, en los mon– tes del Sinaí, en Asia Menor, en las islas del Mediterráneo, en Grecia, en Italia, en Roma, y, sobre todo, en Palestina, en Tierra Santa, tierra de patriarcas y de profetas, de jueces y de reyes, tierra de mujeres esplendentes, cuyo nombre per– fuma toda una historia ; tierra de visiones, de apariciones de fuego y de luz, sueños de grandes escaleras que llegan hasta el cielo y por donde suben y bajan los ángeles protectores ; tierra luminosa, predestinada para la más sublime y perdura– ble epopeya ... A TRAVÉS DE LOS SIGLOS LA BIBLIA SE CONSERVÓ SUBSTANCIALMENTE LA MISMA Un libro tan abrumado de años se ha conservado mara– villosamente joven y sustancialmente idéntico a sí mismo. Ha sido el libro más traducido~ más transcrito y recopiado; pero no ha perdido su esencial fisonomía ; las variantes hall;i.das en los manuscritos, en las versiones, en las citaciones bíbli-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz