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P. CARLOS DE VILLAPADIERNA 105 nifica ((disposición testamentariali. y el de los traductores griegos del Antiguo Testamento, que lo aplican el significa– do de «alianza)). El Apóstol usa el vocablo en ambos sentú dos (Gal., 3,15; 4,24), pero no le da el significado de testa– mento sino en el caso de la nueva alianza. El término testamento se aplica en cierto sentido a la antigua alianza y éste prevaleció en el uso. Los escritos bíbli · cos llevan el nombre de Testamento, porque narran el ori– gen, el desarrollo y el cumplimiento de las promesas divinas y porque formulan autténticamente las condiciones a cumplir para participar. Tenemos, pues, los dos términos de Antiguo y Nuevo Tes taemnto, de donde se derivó la clasificación de los libros sa– grados en libros del Antiguo Testamento, los escritos antes de Cristo, y libros del Nuevo Testamento, los libros cris– tianos. A rtírnlo 11.--Númcro de libros: El A ntig110 Testamento Para los judíos y protestantes, contiene treinta y nueve libros: cinco libros de la Ley, seis libros históricos, llamados profetas anteriores, quince libros de los profetas, y trece de los demás escritos. Estos escritos los clasifican en tres gran– des grupos: 1.º La Torah o Ley, que se identifica con el Pentateuco. 2.º Los profetas tanto anteriores (Josué, Jueces, Samuel, Reyes) como posteriores (doce menores y tres ma– yores: Is., Jer., Ez.). 3.º Los hagiógrafos, que comprenoen los demás escritios. La Iglesia Católica reconoce como inspirados cuarenta y cinco, según la enumeración del Concilio de Trento, que con– sidera el libro. de las Lamentaciones como perteneciente al