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P. CARLOS DE VILLAPADIERNA Q9 «arca de ambos Testamentos)), a causa de su amplia cultura bíblia, manifestada oportunamente en sn sermón ; Bossuet, Fenelón, etc ... SEGÚN LOS PAPAS, LA BIBLIA ES LA PRINCIPAL FUENTE DE APOSTOLADO Se comprende, pues, que los Papas de los últimos tiem pos, en sus preciosos documentos sobre los estudios bíblicos. recomienden al sacerdote el estudio de la Biblia, como prin• cipal fuente de su apostolado. «Aquellos que deben tratar, sea entre doctos o entre ignorantes, la doctrina de la verdad, en ninguna parte, fuera de los Libros Santos, encontrarán en– señanzas más numerosas y más completas sobre Dios, Bien sumo y perfectísimo, y sobre las obras que ponen de manifies– to su gloria y su amor. .. Si lo que se busca es algo relacio– nado con la conformación disciplina de la vida y de las costumbres, los hombres apostólicos encontrarán en la Bibli;1 grandes y excelentes recursos: prescripciones llenas de san– tidad, exhortaciones sazonadas de santidad y de fuerza, no– tables ejemplos de todas las virtudes, a lo cnal se añade, en nombre y con palabras del mismo Dios, la importantísima promesa de las recompensas y el anuncio de las penas para toda la eternidad. Esta virtud, propia y singular de las Es– crituras, procedentie del soplo divino del Espíritu Santo, es la que da autoridad al autor sagrado, le presta libertad apos– tólica en el hablar y le suministra una elocuencia vigorosa y convincente». (León XIII, en la encíclica Pro1.iidentissirm1s Deus). En idénticos. términos se expresa Benedicto XV, en la Spiritus Paraclitus: «El uso más importante de la Escritura es el que dice relación con el santo y fructuoso ejercicio del

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