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Todo cuanto redundaba en gloria de los religio. sos de la Pro_vincia o de la Orden era para el Pa– dre Diego un motivo de gozo y tenía sumo inte– rés er.: comunicárselo a sus jóvenes nov1c10s para que éstos aprendiesen a amar a la Orden a que habían sido llamados por Dios. El año 1922, la Sagrada Congregación de Pro– paganda Fide encomendó a nuestra provincia de Castilla la Misión entre ir.fieles llamada de El Ca– roní, sita en la República de Venezuela. Fué otro motivo de gozo para el P. Diego Le faltó tiempo para comunicárselo a, sus novicios y para enco– mendarles rogasen mucho por la Misión y por lo:, Misioneros. Y añadía: "Debemos estar muy conten– tos ele que la Sagrada Congregación nos haya en– cargado de esta Misión, pues de esta manera en Roma adquiriremos gran prestigio, ya que las Pro– vincias que no tiener:, misiones entre infieles no suelen ser las más consideradas." La idea de las misiones era una de las que mj'is impresionaban su corazón caritativo, y entre sus oraciones y sacrificios ocupaba siempre lugar pre– ferente. El año 1927 salier01:: de Bilbao para la referid.a misión de El Caroní, dos religiosos que habían si.rlo novicios suyos. La emoción que esto le causó fue "indescriptible. Les acompañó hasta el puerto, su– lJió al barco y allí les dió un abrazo seráfico, des– pués de hacerles algunas recomendaciones esp~ri– tuales. Más tarde siguió escribiéndose con uno de ,ellos y er.: una carta le decfa: "Desd2 el día que 1.0 8