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mora) donde los antiguos predicadores capuchi– nos se retiraban durante la mayor parte del afio para dedicarse a ur.a vida de oración y estudio. "Dios-decía-quiso demostrar la virtud a que lle– garon' aquellos Padres, conservando incorrupto eI cuerpo de muchos de ellos -',como se pudo com– probar cuando los PP. Mercedarios tomaron po– sesión de él e hicieron algunas excavaciones, ex~ cavaciones que abandonaror.: diciendo: "Bejemos en, paz a estos santos varones." ¡,Con qué fruición cor.:taba el P. Diego estos her– mosos ejemplos y cómo sentía. en ello el gozo de poder vivil' la vida que ellos vivieron! Pero. hay algo que jamás podremos saber de la vida íntima del P. Diego y es precisamente duran– te los últimos años de su enfermedad. Casi todo el día lo pasaba sólo en su celda y, dado su gran es– píritu de oración, es seguro que sus coloquios con el Señor seríar.: continuos. ¿Le concedió Dios gra- . cias especiales? Nada sabemos. Pero lo cierto es que su alma endiosada pasó los últimos años de su vida ocupado sólo en vivir íntimamente con su buen Jesús. Lo que pasó entre ellos ha quedado para siempre escrito en el libro de la Vida, y muy . bien podemos creer que el P. Diego está gozando ' en el cielo de la divina contemplaciór.: que comenzó a gozar en la tierra gracias a su continua y fér– vorosa oración. 103

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