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en fervorosa oración hablando c·on el Señor, como -con el mejor amigo.. Sólo así se explica su vid;a de recogimiento y de trato con Dios. No se con– tentaba con las dos horas de oración de Comuni dad sino que ampliaba esta oración por un tiempo que concretamente no· sabemos hasta dónde llega– ba, pero que evidentemente era muy importante. Todos los días se levantaba una hora antes que la Comunidad y era puntualísimo er:, hacerlo. A la primera campanada del reloj se tiraba de la cama sin esperar a que terminase de dar la hora. Esto muchas veces fue causa de que se levantase no una hora antes, sino dos o. más, de tal man.era que tuvo que tom_ar la determinación de no levar" tarse hasta haber contado todas las campanadas. Después del rezo de Maitines, que solía terminar .hacia la una de la noche, él permanecía en r~I coro sumido en profunda oración, si bier.: esto muchas ,veces no lo hacía sino después de habér ido f'On los novicios al noviciado y, cuando sospechaba que estaban dormidos, se volvía al coro o a la tribu'lit de la iglesia a continuar su oración que muchos días se prolor~gaba hasta las primeras horas de la mañana y más de una vez la unió con la oración de Comunidad del día siguiente. Sus pláticas sobre los grados de oración y sobre la manera ele hacer la oración mental,. estaban lle– nas de fervor y de unción. Se le veía que ViV'ía intensamente cuanto sus labios recomendaban. 99

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