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224 ISIDORO DE VILLAPADIERNA diado el problema 29 , mientras que los biógrafos no franciscanos ignoran completamente esta filiación terciaria de S. Fernando 30 • El caso de S. Fernando, declarado terciario a finales del siglo XVII sin la menor prueba o justificación histórica, no es único. La presencia de franciscanos, como confesores o consejeros, en las cortes de Alfonso X el Sabio, Sancho IV el Bravo y Fernando IV el Emplazado ha hecho poblar las crónicas de terciarios de las fa– milias reales o de la nobleza en general, sin prueba documental al– guna 31 • Un análisis superficial del « iter » de cada una de estas leyendas o tradiciones llevaría al mismo resultado negativo que nos ha procurado el caso de S. Fernando «terciario». Pasemos a la C o ron a d e Ar a g ó n , que en el siglo XIII comprendía también Cataluña y en cierto modo Valencia y las Baleares, y donde el ambiente espiritual y penitencial está mejor documentado. Una repetición de las Letras Apostólicas Significa– tum est de Honorio III fue enviada por Gregorio IX el 22 de abril de 1232 expresamente al arzobispo y sufragáneos de Tarragona 32 • La infiltración de begardos y beguinos heterodoxos en Cataluña, lo mismo que la presencia de los Pobres Católicos (valdenses católi– cos) ya en la primera mitad del siglo XIII, son hechos conocidos y documentados 33 • En cuanto a la existencia concreta de grupos o hermandades de la Tercera Orden franciscana, los testimonios con– cretos datan de los primeros decenios del siglo XIV. El concilio o sínodo de la provincia eclesiástica de Tarragona de 1317 denunciaba el hecho de beguinos y begardos camuflados como profesantes la Regla Tercera de S. Francisco 34 • El 26 de febrero de 1322 Juan XXII 29 H. HoLZAPFEL, ob. cit., 602, 639; FRÉDÉGAND [D'ANVERS], ob. cit., 87; UZARO DE AsPURZ, O.F.M.Cap., Manual de historia franciscana, Madrid 1954, 462 y 501; John MooRMAN, A history of the Franciscan Order, Oxford 1968, 221; P. PÉAN0, ob. cit., 26. 30 Por ejemplo, F. FERRETT0N, Vita di S. Ferdinando re di Castiglia e di Leone. Monza 1891; Joseph LAURENTIE, Saint Ferdinand III. Paris 2 1910; L. FERNÁNDEZ DE RETANA, San Fernando y su época. Madrid 1941; D. MANSILLA, en Bibliotheca Sanctorwn, V, Roma 1964, 624-627 y en Dict. Hist. Géog. Eccl., XVI, París 1967, 1043-1048. Una bibliografía muy completa sobre S. Fernando, en B. SÁNCHEZ ALONSO, Fuentes de la historia española e lzispanoamericana, I, Madrid 1952, 195-197, 203s. 31 Véase PIETR'ANTONIO DA VENEZIA, Giardillo serafico istorico, I, 695-702; A. LúPEZ, Confesores de la Familia Real de Castilla, en Arc/z. lber. Amer. 31 (1929) 6-31. En el testamento de 1292 de doña Violante, esposa de Alfonso X el Sabio y fundadora del monasterio de S. Clara de Allariz, se lee: « Primeramiente do mj alma a Dios et a Santa Maria su Madre et a Sant Fran~isco et a Sancta Clara» {A. LóPEZ, A propósito de zm centenario: Convento de Santa Clara de Allariz, en Estud. Franc. 8 [1912] 381). 32 Véase en A."1BROS DE SALDES, art. cic., 99. 33 José M.• Pou Y MARTí, O.F.M., Visionarios, beguinos y fraticelos caralanes (siglos XIII-XV), Vich 1930, 23; AMBROSIO DE SALDES, La Orden franciscana en el antiguo reino de Aragón, en Estud. Franc. 2 (1908) 26-30, 94-96, 148-151. 34 J. M. Pou y MARTÍ, ob. cit., 101.

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