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ISIDORO DE VILLAPADIERNA LA TERCERA ORDEN FRANCISCANA DE ESPAÑA EN EL SIGLO XV La Tercera Orden franciscana de España ocupaba en 1385 el tercer puesto europeo en cuanto al número de fraternidades regio- . Su prometedor desarrollo se vio comprometido por una grave que durará todo el siglo XV e incluso el siguiente, y que fue debida a dos causas principales: la primera, a la evolución hacia una Orden regular, con una paulatina debilitación de las fra– ternidades seglares; la segunda radicaría en la falta de interés o en el absoluto descuido de la Tercera Orden por parte de la Observan– cia y de otros grupos reformados de la primera Orden, alérgicos al contacto con el mundo incluso a través de los terciarios. Las fraternidades regulares La aparición de fraternidades terciarias masculinas de vida común en conventos y eremitorios coincide, en el reino de Castilla, con la aparición y desarrollo, desde 1390, del movimiento obser– vante: la Observancia propiamente dicha y los grupos autónomos de fray Gonzalo Mariño y de fray Pedro de Villacreces, entre otros. Sin conexión directa con este movimiento, pero como efecto del clima de renovación y de reforma reinantes en España, surgen, principalmente a partir de 1395, conventos y eremitorios de la Tercera Orden, favorecidos por Benedicto XIII que buscaba, además de la reforma general, núcleos de apoyo para su obediencia 2 • Desde 1 Cf. Isidoro de Villapadíerna, La Tercera Orden franciscana de España en el siglo XIV, en I Frati Penitenti di san Francesco nella societa del Due e Trecento, Roma 1977, 161-178. 2 Sobre estas primeras fundaciones véase J. Perarnau, Dos tratados « espirituales »

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