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LA TERCERA ORDEN FRANCISCANA DE ESPAÑA 141 el papa Eugenio IV concedió en 1435 el eremitorio de Nuestra Señora la Blanca de Sevilla 47 • Y llegamos a un personaje, no de la nobleza, pero de una fama mundial pocas veces igualada: Cristóbal Colón (m. 1506), el descubridor de América, Extrañamente, los antiguos cronistas, a caza de personajes importantes para la Tercera Orden, no le recuerdan como terciario, no obstante su vinculación a la Orden franciscana, cuya protección y recomendación fueron decisivas, como es sabido, para el descubrimiento del Nuevo Mundo. Han sido autores y panegiristas de la segunda mitad del siglo XIX quienes le han descubierto y señalado como terciario franciscano, sobre todo a partir de 1873 cuando se inició en Fran– cia un movimiento a favor de su beatificación. El 12 de junio de 1877, el ministro general de la Observancia, Bernardino de Portogruaro, dio el título de vice-postulador de la causa de Colón al conde Antonio Francisco Félix Roselly de Lorgues, con el encargo de recoger los documentos y testimonios probativos de la santidad de Colón, sobre quien ya había publicado varios estudios más bien panegirísticos 48 • Pero en octubre del mismo año parece ser que la S. Congregación de Ritos se pronunció contra la intro– ducción de la causa, por requerirse un estudio y examen histórico– crítico sobre ciertos puntos delicados que tocaban la conducta moral del almirante. León XIII en la epístola Quarto abeunte 47 BF n.s. I, 91 n. 182. En vena de ser exhaustivos, queremos recordar los nombres de terciarios castellanos seculares que figuran en el bulario. En 1433 solicita– ban indulgencia plenaria « in articulo mortis » Mayor de Borrageros (diócesis de Mondoñedo), Juan de Villar (dioc. de Astorga) y los sacerdotes de la misma diócesis Lope de Santo Espíritu y Fernando de Tabuyuelo (cf. BF n.s. I, 51 nn. 91, 92 y 94). El casado Diego Muñoz de Belmonte, licenciado en decretos, solicitó el ingreso en la Orden de Calatrava y la profesión en la Orden del Císter; el papa Nicolás V accede en 1452 con tal que la esposa, María Díez, tome primero el hábito de la Tercera Orden y haga voto de perpetua castidad (BF n.s. I, 784 n. 1571). El terciario Alvaro de Losada poseía, desde hacía 4 años, un beneficio en la iglesia parroquial de S. Pedro de Labrada (Lugo), que Sixto IV le quita en 1472 para darlo a otro (cf. BF n.s. III, 144 n. 345). 48 Cf. Acta O.F.M. 29 (1910) 298-301. Sobre las obras colombinas de Roselly de Lorgues véase Marcellino da Civezza, Saggio di bibliografía geografica storica etnografica sanfrancescana, Prato 1879, 502s. Sobre la participación del P. Civezza en esta campaña cf. Arch. Franc. Hist. 43 (1950) 301-304.