BCCCAP00000000000000000000419

LA TERCERA ORDEN FRANCISCANA DE ESPAÑA 133 Orden, que denotan una crisis de mando y de dirección. Las causas de aquella anarquía castellana pudieron ser varias. En primer lugar la lucha, no muy edificante, que por aquellos años enfrentó con– ventuales y observantes, quienes se arrebataban los conventos in– cluso con la fuerza de las armas y el auxilio de nobles y de otras personas seglares. Esta lucha, que se llevaba toda la atención de ambas ramas franciscanas, fue sin duda aprovechada por algunos ministros o particulares de la Tercera Orden para hacerse con el mando de las fraternidades. Por otra parte, es natural que los terciarios no quedaran siempre neutrales en esta lucha entre las dos familias franciscanas, de las que tenían visitadores o directores. Ya el 1 de junio de 1460 y el 5 de noviembre 1463 Pío II había condenado la ocupación violenta de los conventos, sobre todo por parte de los observantes de la provincia de Santiago 21 • En la bula Ad evellendas del 7 de enero de 1464, expedida a petición del rey de Castilla Enrique IV, el papa conminaba una vez más a los observantes de Castilla y de Santiago, a no ocupar los conventos de la conventualidad. En esta bula nos encontramos con una frase casi idéntica a la consignada en la bula Deo, ya citada, sobre la cuestión de los terciarios: « ... ex quo dissensio– nes, seditiones, scandala quam plurima et etiam interitus persona– mm » 23 • Los hechos, pues, que hemos comentado podrían tener una misma matriz. Todavía podemos señalar otra posible causa de las disensiones y perturbaciones en el seno de la Tercera Orden castellana: la formación de facciones políticas entre los mismos terciarios o la militancia de éstos en las banderías que tanto abundaron en el desgraciado reinado de Enrique IV el Impotente. Las simpatías castellanas, y en primer lugar las del mismo rey, iban hacia los observantes, y por eso el papa aceptaría la propuesta de sujetar a ellos los terciarios, no obstante los desafue– ros de aquellos contra los conventuales. Cuando años más tarde 22 BF n.s. II, 407-409 n. 787, 598-600 n. 1163. 23 Ibid. 616s n. 1191. Sobre esta lucha entre conventuales y observantes d. M. Bandín, Los de la Observancia en la Provincia de Santiago, en Arch. Ib.Amer. 33 (1930) 363-367, 539-543.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz