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LA TERCERA ORDEN FRANCISCANA DE ESPAÑA 131 Las únicas noticias que hemos podido recoger sobre la acti– vidad caritativo-social de la Tercera Orden en Aragón no se re– fieren propiamente a fraternidades seglares. Todavía existía en 1409 en Valencia el hospital de Santa María fundado en 1334 y regentado por una comunidad de terciarios llamados « ermitaños de la Tercera Regla de S. Francisco » 19 • En 1426 la terciaria Brígida Terré fundó un beaterio junto al hospital de leprosos ( « dels masells ») de Barcelona; la comunidad pasó en 14 7 5 a la Orden de S. Jerónimo . Alfonso V de Aragón favoreció grandemente la beneficencia, sobre todo la hospitalaria, pero nada sabemos de la participación activa de los terciarios en ella. Desconocemos también concretamente el influjo social de la Tercera Orden en este siglo de guerras y de tensiones entre las dos ramas de Trastámaras que reinaban en Aragón y Castilla. En Aragón las clases sociales seguían constituidas por los nobles, los opulentos conversos, los sufridos campesinos cristianos y musul– manes, los bulliciosos burgueses y los aplicados menestrales. Gran parte de la población catalana era campesina, y los payeses de remensa, verdaderos siervos de la gleba, se sublevaron varias veces contra sus señores. En las ciudades no era pacífica la convivencia de los gremios y artesanos con los patricios o ciudadanos, ni éstos y los nobles estaban de acuerdo con la monarquía autoritaria, que luego, en 1475, se centrará en Castilla. En el contexto de este hundimiento económico y político de Aragón no podía faltar a la Tercera Orden un amplio campo para cumplir su misión de paz y de caridad. Pero la historia sigue callada obstinadamente. La Tercera Orden en Castilla El epicentro de la historia de la Tercera Orden española se trasladó en este siglo XV al reino de Castilla. Hemos ya mencio– nado la proliferación de las casas o conventos de vida común o regular que se llevaban la flor de los terciarios y terciarias ansiosos 19 Cf. Isidoro de Villapadierna, art. cit. 171; S. Eiján, Franciscanismo ibero-ame– ricano, Barcelona 1927, 94. 20 Cf. P. Sanahuja, ob. cit. 893.