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292 ISIDORO AGUDO DE VILLAPADIERNA todos modos, aun admitiendo como probable el vrnJe de S. Francisco hasta Santiago de Compostela, conviene tener en cuenta que en 1214, a su paso por España, el pobrecillo Francisco no llevaba la aureola de un renombrado santo y fundador. Habría, por tanto, atravesado el norte de la península ibérica como uno de tantos peregrinos, el más pobre y penitente de todos, sin llamar extraordi– nariamente la atención ni dejar detrás de sí una fama y un recuerdo imperecederos, como quiere la leyenda. La primera generación franciscana Los primeros portadores y transmisores al pueblo español de la imagen del S. Francisco, pobre y humilde, fueron sus frailes, enviados a España por el fundador en 1219, en una numerosa expedición o misión capitaneada por fray Juan Parenti 19 • Según la tradición española, figuraban en la expedición algunos discípulos directos del santo fundador, no identificados o fáciles de identificar en las primitivas fuentes franciscanas 20 • Los frailes de esta primera misión, y de las inmediatamente sucesivas, reflejaban con su hábito y forma de vida la imagen espiritual, y, en cierto modo, también la física, de S. Francisco y su mensaje. No sabemos si hasta la aparición de la regla 1223 vivían en forma asentada, es decir, en lugares fijos y estables o todavía seguían la forma itinerante tan querida del Santo y de sus primeros compañeros. Ciertamente había en ellos una especial tendencia a la vida primitiva contemplativa, como se deduce del dato precioso recogido por Celano en la Vida segunda: el testimonio de un clérigo español que dio a S. Francisco la nueva de que sus frailes vivían, en cierto lugar, la experiencia eremítica 21 • Esta noticia, que tanto alegró al Santo, hace pensar en la observancia de la Regla para los eremitorios de 1217-1221, un detalle inte- San Francisco en Burgos hace 750 años, en Bol. Inst. Fernán González 43 (1964) 363-380. 19 Cf. Crónica de los XXIV Generales, en AF III, 14; Francisco Gonzaga, De origine Seraphicae Religionis, Roma 1587, 699s; A. López, La provincia de España cit. 28-33, 279-285. Oscura, aunque probable, la misión de fray Bernardo y compañeros en 1217, narrada por la Crónica de los XXIV Generales, en AF III, 10-13. Cf. A. López, op. cit. 15-17, 271-279. 20 Uno de los doce discípulos del Santo sería fray Bernardo de Vigilante o de Vida. Sobre cada uno de los discípulos de S. Francisco en España, véase A. López, La provincia cit. 108-124. 21 2 Cel. pars II, CXXXV, n. 178: AF X, 232s; A. López, La provincia cit. 212s.

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