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288 ISIDORO AGUDO DE VILLAPADIERNA mente, « hasta España » -, el Señor le mandó una enfermedad que le obligó a desistir del viaje y regresar a Italia 2 • Nada precisa Celano en esta noticia sobre el punto de entrada, recorrido y tiempo de permanencia del Santo en la península ibérica. Años más tarde, hacia 1252-53, en el Tratado de los milagros, Celano se refiere de nuevo a este viaje, dando una versión algo distinta. El Santo, « de regreso de España » - es obvio que llegó a pisar tierra española -, fracasado su intento de llegarse a Ma– rruecos y oprimido por las privaciones y debilidad, contrajo una gravísima enfermedad, de la que fue milagrosamente aliviado co– miendo un magnífico volátil ofrecido por un misterioso caballero 3 • En esta nueva versión, Celano no afirma que la enfermedad le sobreviniera al Santo en territorio español; es más, da a entender que dicha enfermedad no fue la causa de la interrupción del viaje a Marruecos, sino efecto de este nuevo fracaso de alcanzar el martirio 4 • La noticia de la Vida primera de Celano fue copiada casi literalmente por Julián de Spira y por S. Buenaventura 5; y, extra– ñamente, no figura en las varias y minuciosas biografías basadas en los testimonios escritos de los primeros compañeros del Santo. Tampoco fue recogida y comentada por el historiador leonés-gallego Lucas de Tuy, que conocía la Vida primera de Celano y escribió hacia 1236 su célebre Chronicon mundi; figura en las obras históricas del franciscano Juan Gil de Zamora, entre ellas De prae– coniís Híspaniae escrito entre 1278-1282. Desde Celano hay que esperar un siglo para que la noticia del viaje de S. Francisco a España vuelva a hacer su aparición en una fuente franciscana, pero esta vez de escaso valor histórico y crono– lógico: los Actus b. Franciscí et socíorttm compuestos entre 1327- 1340, seguidos de la vulgarización italiana conocida con el título de Fioretti (Florecillas). Pero esta vez la noticia se da tan modificada de parecer enteramente nueva y en nada conforme con la de Celano. Según el relato de los Actus-Fioretti, S. Francisco, en los comienzos de la Orden, cuando eran pocos los hermanos y no se habían fundado 2 1 Cel. XX, 56, en Analecta Franciscana [ = AF] X, p. 43. 3 3 Cel. V, 34: AF X, 285. 4 Sobre esta enfermedad véase Octavianus a Rieden [Schmucki], De infirmi– tatibus S. Francisci Assisiensis inde a iuventute usque ad stigmatum susceptionem, en Miscellanea Melchor de Pobladura, I, Roma 1964, 105-108. 5 Iulianus de Spíra, Vita S. Francisci, VII, 35: AF X, 352; S. Bonaventura, Vita seu Legenda maior S. Francisci, IX, 6: AF X, 600.

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