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SAN FRANCISCO EN ESPAÑA 305 rienda primitiva de S. Francisco y de sus compañeros en la Porciún– cula, con continuas referencias a la voluntad, deseos e intenciones del Seráfico Padre sacadas del material que componía la Crónica. Resultaba una imagen de un S. Francisco integrista, esencialmente contemplativo e intransigente en todo lo referente a la pobreza y a la observancia completa de la Regla. Afianzada en España la reforma observante oficial y absorbidas definitivamente en 1471 las reformas autónomas de Castilla y Galicia, veía la luz en 1492, en Sevilla, otra compilación española, esta vez impresa y en castellano. A su elaboración no parece que fuera ajeno - si no fue su promotor directo y responsable - el cardenal fray Francisco Jiménez de Cisneros, paladín de la reforma observante unificada y que había recibido su formación religiosa en los eremi– torios de El Castañar y La Salceda. Esta compilación, titulada El Floreto de Sant ofrecía en sus cuatro partes, los siguientes textos franciscanos: la Leyenda de los tres compañeros (más bien según la forma o redacción del Anónimo perusino), el Espejo de perfección con interpolaciones de la Leyenda perusina, los Actus– Fioretti y el Liber de laudibus de Bernardo de Bessa. Se utilizó también, complementariamente, la Leyenda mayor de S. Buenaven– tura, la Exposición la regla de Angel Clareno, las Conformidades de Bartolomé de Pisa y la Crónica de los XXIV Generales 62 • Se trataba, en definitiva, una inteligente y dosificada presentación de la literatura franciscana de signo espiritual, para integrar, matizar e incluso contrabalancear en algunos puntos la imagen bonventuriana de S. Francisco. No dudaríamos en llamar a esta compilación el vademécum o guía espiritual de la Observancia en España, e incluso creemos que pudo ser el causante, o al menos el justificante, del rebrote eremítico constituido por la reforma descalza de fray Juan de Guadalupe, quien obtuvo de Alejandro VI, con la bula de con– firmación Sacrosanctae militantís Ecclesíae del 25 de setiembre de 1496, poder vivir en la pura observancia de la Regla de S. Francisco, según el modo de vida del mismo y con la forma de hábito que el Santo llevaba 63 • 62 S. Clasen, « El Floreto de Sant Francisco ». Collectionis hispanicae de S. Francisco eiusque sociis notitiarum analysis, en Coll. Franc. 25 (1965) 249-286; idem, Legenda antiqua cit. 94s y tablas sinópticas. 63 Bullarium Fratrum Minorum S. Francisci strictioris Observantiae Discalceato– rum I, Madrid 1744, 13s. Sobre esta reforma véase el volumen Estudios sobre 20