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SAN FRANCISCO EN 301 Un estudio de los testamentos y donaciones en favor de los Frailes Menores ampliaría los testimonios de la veneración del pueblo español al Santo de Asís. No disponemos de noticias concretas o atendibles sobre las cofradías que tenían por patrón a S. Francisco, ni tampoco sobre la vida de piedad de las hermandades de la Tercera Orden franciscana, que tanto en Aragón como en Castilla habían alcanzado su auge hacia 1380 55 • El S. Francisco de las compilaciones hispánicas La decadencia de la Orden a lo largo del siglo XIV, a causa del rutinario institucionalismo - fenómeno por lo demás común a todas las Ordenes religiosas y encuadrado en las vicisitudes de la Iglesia y de la sociedad del tiempo - no parece haber llevado consigo el deterioro de la imagen de S. Francisco. Al contrario, ésta se enriquecerá con la aportación de nuevos elementos recabados de las fuentes franciscanas de los Espirituales. La corriente espiritua– lista, anidada en la región .:atalano-aragonesa a principios del siglo XIV y proveniente de la Provenza y aún de Italia, llegaría con algún retraso a Castilla, privada ya de su virulencia y extremismo dogmático. Traía consigo un aire fresco de renovación y un remedio a la general decadencia con el retorno al ideal primitivo, silenciado en la versión bonaventuriana, pero no extinguido gracias a persistencia, clan– destina o no, de las fuentes primitivas procedentes de los compañeros de S. Francisco. Sin derogar la imagen bonaventuriana y oficial del Santo, esta nueva aportación completaría esa imagen, restituyéndole aquellos elementos esenciales cercenados o difuminados en la Leyenda mayor de S. Buenaventura, y, al mismo tiempo, daría origen y alimentaría al movimiento de la Observancia, que en España se presenta como autóctono, aunque contemporáneo de las reformas de Italia y de Francia. Concretamente eran las portadoras de la forma de vida de la fraternidad franciscana primitiva la Leyenda de los tres compañeros - la fuente más esencial y genuina -, el Espejo de perfección, compilación más tardía pero basada en la Leyenda perusina, y una Confesores franciscanos en la corte de los Reyes Católicos, ibid. II ép. 34 (1974) 55-126. 55 Véanse nuestros artículos citados en la nota 37, mas La Tercera Orden franciscana de España en el siglo XV, en Il movimento tr/J,,1rP,,rmzn della Penitenza nella societa medioevale, Roma 1980, 125-144.