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I tí s r ••• Experiencia de Dios y cuestión franciscana Arsenio Gutiérrez I. LA EXPERIENCIA DE DIOS EN SAN FRANCISCO La imagen que ha prevalecido por mucho tiempo sobre San Francisco es la de un hombre enamorado de la Dama Pobreza, imitador de Jesucristo según el evangelio interpretado a 1a letra, hermano no sólo del hombre sino de todas las criaturas. Todo en un estilo sencillo, alegre y abierto. Sin embargo la impresión que tienen sus primeros compañe– ros y biógrafos es que, ante todo, se trata de un hombre de Dios, «vir Dei», un hombre traspasado por una hondísima experiencia de Dios. El propio Francisco gusta de referirse a él y a los suyos co\n la palabra «siervo»; «nosotros los siervos de Dios,, (Adm 6, 3). «El siervo de Dios» está en casi todos los versículos de sus admoniciones. Sus biógrafos contemporáneos lo resaltan tam– bién profusamente, como si ésta fuera la rúbrica más entraña– ble de Francisco. (Cf. la palabra «servidor» en el índice de ma– terias). En la historia franciscana ocurre algo semc_jantc. En el pasa– do se estaba más atento a los elementos externos, por los que la fe se expresa: el evangelio, la pobreza, la presencia fraterna. Y es que es más fácil quedarse en los aspectos concretos, medirse 134