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razón los secreLos del Señor» (Adm 28, 3). Y en la 21: «Ay de aquel religioso que no reLiene en su corazón los favores que el Señor le manifiesta» (Adm 21, 2). Sin embargo Francisco posee una peculiarísima manera de manifestarse. Al par que un hombre misterioso, es un hombre transparente. Se expresa con su hablar, su rezar, su exhortar y, lo que es muy importante, se expresa con sus hechos, con su vi– da. Sus gestos dejaban una huella imborrable. Se diría que im– primen carácter teológico. Se le ha llamado padre del drama -teatro- europeo, lo cual parece un despropósito, pero no tan– to si se considera su influjo en las artes plásticas. Más curioso aún es constatar que los teólogo comienzan a conceder, para ex– plicarla de alguna manera, a la vida de Francisco una relevan– cia de fe, que sólo es expresable en categorías teológicas. Ten– dremos ocasión de comprobarlo en dos especialistas en cristo– logía, uno franciscano y otro dominico, Leonardo Boff y Chris– tian Duquoc. Otra curiosidad interesantísima e inesperada es que Francisco mismo propone y explica su propio camino de acceso a Dios (Cf. Adm 1) y su manera peculiar de leer la Biblia (Cf. Adm 7). II. ORIGINALIDAD Y PRESENCIA DE SAN FRANCISCO A título indicativo, como en el caso de «Laurentianum», esco– gemos ahora unas cuantas revistas que han dedicado números monográficos a San Francisco con motivo del VIII Centenario de su nacimiento. Primero hacemos una breve descripción de su contenido. Luego, puesto que es imposible aludirlos todos, des– tacamos algunos trabajos que apuntan a la originaldiad y pre– sencia de San Francisco. 140 Revistas: l. «Selecciones de Franciscanismo», publica: Provincia Fran– ciscana de Valencia, Aragón y Baleares, Calle Fran– ciscanos, Valencia-3. En realidad todos los números de la revista, desde que se fundó, son monográficos de San Francisco. El servicio que viene prestando en el área de habla hispana es incalculable. Recoge lo mejor que se publica en el mundo sobre francisca– nismo.