BCCCAP00000000000000000000407
Hebreos 9,15-20 : ¿ Alianza o testamento? 7 de Dios - le aparece, sobre otro plano, como el testamento de Cristo ex– piando, legando los bienes celestes a quienes su muerte ha previamente librado del pecado. La propiedad del hombre Dios se transmisible. El Rey Sacerdote, heredero de su Padre (Hbr. 1,1-5; 2,8), hace a su vez un testamento válido. Muriendo, pone a sus herederos en posesión de sus bienes ; los llamados (9,15) se convierten en legítimos propietarios, << kle– ronomoi katá diathequen >>. Nuestra posición 11! as podíamos preguntar : ¿ Cómo puede compaginarse la menc10n de un << mesites >>, un meliador, con un testamento? El << mesitE-s >> se comprende en la estipulación de una alianza, de un contrato bilateral, pero no entra ni en la confección, ni en la convalidación y ejecución de un testamento. A esta objeción responde el P. Spicq: a) <1 Aquí la << diatheque >> << en to aimati >> se considera a la vez como alianza sellada por la sangre de Cristo, como <1 olim >> era por la sangre de las víctimas (Ex 24,8), y como última voluntad, corno el testamento de Cristo en beneficio de los suyos. En los dos casos se trata de la salvación dada a los pecadores, gracias a Cristo, a la vez gran mediador y víctima inmolada. De aquí que la epí– stola ad Hebraeos exprime el doble aspecto de la obra sacerdotal de Cristo en función de la << diatheque >> ; el Hijo de Dios no puede ser repre– sentado, sino como << mesites >> y << diathérnenos >>. b) Además, esta noción de << diatheque >> = testamento está respaldada por Gal 3,15 donde <1 dia– theque >> adquiere ciertemente el sentido de testamento ( 1 ). A pesar de las razones del prestigioso P. Spicq, uno no queda sa– tisfecho y trata de buscar nuevos horizontes de interpretación. La <1 dia– theque >> de 16-17 significa ciertamente í< testamento>> en sentido jurídico, pero ¿ indica también << testamento >> en sentido religi:oso y bíblico ? He aquí la cuestión. Notemos: 1) los vers. 16-17 rompen bruscamente la línea doctrinal del contexto, donde se habla de la eficacia de la sangre de Cristo como sacrificio en relación a los sacrificios de la primera alianza. 2) La necesidad de la muerte de Cristo para el cumplimiento de su obra de salvación la viene probando el autor a lo largo de su racio– cinio en los capítulos 8-9 ; sin los vers. 16-17 la argumentación es cohe– rente y completa. (1) Ibid. 290. La disposición de la materia en a y b es mia.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz