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Hebreos 9, r 5-20 : ¿ Alianza o testamento ? 3 un contrato bilateral como en la ejecución de un testamento, el mini– sterio sacerdotal que expía las trangresiones (5,1) se comprende sólo con relación a una alianza cuyos compromisos pueden violarse. Hebreos 9,15-20 Pasemos ya a texto de la epístola en torno al cual se centra la con– troversia más aguda sobre el significado de << diatheque >>. En todo el contexto del cap. g hay una marcada referencia a la antigua alianza. Esta se menciona en el principio del capítulo, porque << e prote >> debe completarse con <( diatheque >> sugerida por la inmediatamente anterior citación de Jeremías. Aquí la alianza (vers. 1-4) se considera más bien como legislación o complejo de instituciones religiosas. Sus instrumentos, las tablas de la alianza, se contienen en el arca (vers. 4). Sigue luego el paralelismo entre el viejo culto y el nuevo, que desarrolla el tema de la provisoriedad del santuario mosaico y de los ritos allí realizados. Todo esto era incapaz de perfeccionar interiorimente, tratándose de un conjunto de ceremonias externas y carnales, prescritas hasta el tiempo de la re– forma (vers. ro). El punto álgido, el vértice de la comparación comienza en los vers. II y ss., en los cuales los elementos mencionados anteriormente halbn contrapunto luminoso en la esfera infinitamente más noble de la acti– vidad sacerdotal de Cristo. Los resultados de la acción de este pontífic.:-, que se ofrece a sí mismo en sacrificio, y no a los animales inmolados se– gún la prescripción de la ley (vers. 13 ss). En virtud de este sacrificio de sí mismo, Cristo se hace mediador de la nueva ,, diatheque ,> (\-ers. 15). Luego el autor pasa a probar brevísimarnente la necesidad de la muerte de Cristo con un razonamiento que se concluye en el vers. 22. Los versículos que nos interesan ahora son 15-20 que repiten cuatro veces el vocablo 1, diatheque ». El razonamiento para demostrar la nece– sidad de la muerte expiatoria de Cristo comienza en el versículo 15 : en virtud de su muerte se constitzrye en mediador de la nuei-a << diatheque )) ';' los llamados entran en posesión de la herencia eterna prometida (vers. 15). Y en los vers. 16-17 aüade que no se puede concebir una << diatheque >> sin la muerte del << diathémenos >) ; la demostración de su muerte es con– dición indispensable para la plena validez o ejecución de aquella. Para confirmarlo se recuerda que también la í' diatheque >> pactada en el Sinaí fue inaugurada con sangre. El raciocinio se mueve, pues, sobre el pivote del parangón entre la antigua y la nueva economía. Y es precisamente de aquí de donde nace la

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