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NUESTRA SEÑORA «LA DOLOROSA» DIA 7 «Bendita y alabada sea la Pasión y muerte de N.S. Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre al pie de la Cruz ». Dice San Juan : " Estaban junto a la cruz Je Jesús su Maure. María Je C leofús. hermana Je su maure. y María MagJalena. Jesús. vienJo a su maure y al Jiscípulo que El amaba. Jijo a s u maure: «Mujer. ahí tienes a tu hijo». Luego Jijo al Jiscípulo: «He ahí a tu maure ». Y. JesJe aquel momento. el Jiscípulo la acogió consigo». Ninguna cruz tan larga y pesaJa como la Je Ma,ía. No hay Jolor como su Jolor. Su «sí» a la materniJaJ Jivina le asocia al Je stino Je Cristo que viene a reJimirnos con la Cru z . Sin Cruz . sin Jerrama– miento Je sangre no hay ReJención. María estú al pie Je la Cruz con fortale za. con fiJeliJaJ . La espaJa Je Simeón ha traspasaJo su alma y el Viacrucis Je Jesús la ha golpeaJo con tanta Ju reza que es ya «La Dolorosa». Ha sentiJo en su espíritu pu,ísimo toJos los Jolores Je la Pasión y muerte Je Jesús. Como un mar amargo es su corazón en soleJaJ. Como un manantial Je lúgrimas sus ojos. No hay consuelo para su penar por la muerte Je su Hijo. «Estaba la Madre Dolorosa junto a la Cruz, lacrimosa, de donde el Hijo pendía». Al pie Je la Cruz. con su compasión y sus lúgrimas. nos recibe como hijos y se convierte en Maure Je la ReJención. Al pie Je la Cru¿ la recibimos como Maure. Jesús nos encomienJa a su propia Maure. como herencia benJita y sagrada. El Jolor es ley Je viJa. ToJos tenemos que llevar la cruz. La que mús nos Juele es la que llevamos nosotros. sobre toJo cuando nos replegamos en nosotros mismos : pensamos que nos ha tocado la cruz mús gr~lnJe Jel munJo. Luego. resulta que es la mús pequeña o , simplemente. tan pequeña como la Je los Jemús. Nos parece grande porque tenemos poca capaciJaJ Je amor. Cuando olviJamos nuestro egoísmo y nos preocupamos Jet pró– jimo. vemos que nuestra cruz es insigniticante. MiranJo a Ma,ía al pie Je la CruL tenemos que confesar que no hemos sufriJo ni lloraJo nada. Por eso queremos «compartir» con La Dol<Jrosa la fuerza Jel dolor y las lúgrimas del amor. Con María aprenJerem<Js a «besar» la Cruz .