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tiano debe practicar frecuentemente. Estas cosas son: la señal ele la cruz, la oración dominical, la salutación angélica, el simbolo de los Apóstoles, la Sahe Regina, la doxología de la SS. Trinidad, la oración al Angel Custodio, los misterios de la S. Trinidad y el de la Encarnación, los mandamientos de la Ley de Dios, los preceptos de la Iglesia, los siete sacramentos, los actos ele fe, espe– ranza y caridad, el acto de contricción, los 15 misterios clel Rosario, las Letanías lauretanas ... 62 • II. - Catecismo para los niríos d<' primrra comunión S. Pio X, devotísimo de la Eucaristía, procuró facilitar la primera comu– nión a los niños y acabar con los restos de jansenismo y prejuicios que existían acerca de la recepción de este divino sacramento. Por decreto Quam singulari de la S.C. de la disciplina de los Sacramentos del 8 de agosto de 1910 determinó la edad cuando empieza a urgir la obli– gación de la confesión y comunión, y el conocimiento y la doctrina gue se exige para acercarse a la sagrada mesa del altar. Según las instrucciones de S. Pío X, Gasparri compuso un pequeño cate– cim10 (p. 27-3'1). Advierte que el catequista debe tener cuidado que los niños que comulgan, por primera ver,, sepan de memoria y pronuncien distinta– mente la oracit'>n dominical, la salutación angélica y la sefíal de la cruz, etc. 63 • Explicarles de algún modo que la Virgen es l\fadre ele! Verbo Encarnado y :\ladre nuestra; que nos ama con amor materno y exhortar a amar la l\fadre celestial con amor filial; que digan las oraciones ele la mafíana y ele la noche, que el niífo ele primera comunión sepa el credo y el acto ele contricción; c¡ue sepa confesarse y distinga la comunión del alimento cotidiano material. Deber es del catequista explicar brevemente y adaptanclose a la inteligencia de íos pequeños, como Dios es creador ele todo; que todo lo hizo para su gloria; cuál es el fin de la creación. Explicar la caída de los ángeles, el üngel custodio de cada uno, la felicidad del hombre en el paraíso terrestre antes de la caída y las consecuencias más principales de la del pecado original; su transmisión a la posteridad, excepto a Jesús y María; cómo se perdona por el bautismo; que conocemos a Dios por la radm y por la revelación, y que le amamos y servimos, observando los mandamientos. Cómo hay nn cielo para los que observan los mandamientos y obran el bien; y un infierno para los que pecan y no obedecen los preceptos. El alma g01a en el paraíso v sufre en el infierno. El catequista refiera el misterio de la .\nunciación del Angel y de la Encarnación, el Nacimiento tle Jesús en Belén, la Epifania tlel Sefíor, la vida de la Sagrada Familia en Nazaret y la obediencia ele Jesús a María y a su Padre putativo S. José. Refiera también los misterios de la Pasión y Muene, ele la Ascensión, la Venida del Espíritu Santo y el juicio final cuando Jerncristo vendd a jlllgar a los vfros a los muertos. Cfr. GASPARRI, pp. 21-26 63 Op. cit .., p. 27. 18