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P. BUENAVENTURA DE CARROCERA 3 sea servido.faborecernos en tan santo intento, alcan~andonos la dicha licencia de la sacra Congregacion para que acompañemos en la dicha mission el sobredicho !'adre Prefecto, supuesto que él lo juzga por conveniente, a cuyo informe nos remitimos, que en ello reciviremos singular fabor y merced de V.S. 111.ma , cuya ,ida prospere nuestro Señor, como se lo suplicamos. De <Madrid y henero 11 de 1644. A los pies de V.S. Ill.ma sus humildissimos y aff.mos siervos en el Señor Fr. Buenaventura de Cerdeña. Fr. Juan de Santiago sacerdote Capuchino El P. Buenaventura de Alessano, prefecto de la misión, ,que por aquel entonces se encontraba en Madrid, informó favo– rablemente ( 4) y el P. Juan ele Santiago pasó a formar parte de la primera expedición de misioneros. El 20 de enero de 1645 se embarcó en Sanlúcar de Barrameda; el navío se hizo a la vela el 4 de febrero, llegando felizmente a Pinda el 25 de mayo, festividad de la Ascensión. A los pocos días de llegar al campo de su apostolado, escribía a los religiosos de su provincia de Castilla una carta reveladora de sus anhelos apostólicos. Está fechada el 11 dr junio y empieza con estas entusiastas palabras: «Padre Gurdiáu: Te Deum laudamus, te Deum laudamus, te Deum laudamus. Vuestra Caridad me ayude a rendir a su Divina Majestad infinitas gracias y ala. banzas por las grandes misericordias y singulares favores que de su divina mano hemos recibido en el discurso de nuestra navegación, librándonos de tantos peligros, consolándonos en tanta diversidad de 'trabajos y obrando tantos prodigios en nuestra ayuda y defensa, con que nos aseguraba su Divina Majestad cuán agradable era nuesrra empresa a sus divinos ojos y el copiosísimo fruto que habíamos de hacn en tanta multitud de almas, que estaban pereciendo de hambre espiritual, sin tener quien les repartiese el pan de la doetrina ernngélican 15 ). Tras algunas semanas de estancia en Pinda, pasó a Soño, <capital del ducado de este nombre, y allí permaneció durante año v medio. El clima africano le fué terriblemente adverso ) en ·vista de sus continuos aehaqnes el prefecto P. Buenaven– tura de Alessano determinó que regresara a Europa, y puesto que hahía de mandar dos misioneros como embajadores del rey del Congo, pensó que uno de ellos podía ser el P. Juan; pero habiendo éste vivido en Soño, cuyo conde era enemigo del rey, (4<) Diee así en su carla del H de febrero 16H al Secretario de la S. Congr. de Prop. Fide: c,Di questa provintia di Castiglia desiderano venir miei compagni il P. fr. Buonaventura da Sardegna, che hora e letlore di theologia, pred,catore, e il P. fr. Giovanni da Sant'Jaco, sacerdote, che e compagno del P. Provinciale. Se V.S. 111.ma li vuol fare i decreti e mandarli al l'íuntio qui, che ei li die, l'haverei molto caro, essendo sngget:'Í buonissimi, tanto di santita di vita, come nel remanente; e restano molto mortificati tutti questi Padri [di CastigliaJ, essendo ~he di tutte le Provincie della Spagna vengono meco missionari, e solo di Castiglia non va nessunmJ. Arch. de Prop. Fide, Scritt. mu., vol. 123, f. 150. El 7 de sept. de 164•1 el Nuncio apostólico de Madrid comunicaba que habían sido destinado., al Congo los PP. Buenaventura de Cerdeña y Juan de Santiago. Cf. Arel,. de Prop. Fide, Scritt. ant., vol. 108, p. 65. · (5) Cf. Carta del P. Fr. Juan da Santiago, Religioso Capuchino, enviada del reino del Congo a todos los conv<'ntos de esta prol'incia de Castilla, como hijo que es de ella. Se conserva en la Bibl. del Palacio Nacional de Madrid, ms. 2557. En el Archivo de Prop. Fide íScritt. ant., vol. 247, f. 120 y 127) se conserva o','ro ejemplar con la siguiente nota final, que falta en el manuscrito de Madrid: ((Dos Padres misionarios se parten con el navio para negociar en Roma otra mission, y podra ser pasen por Madrid. y assi nos prometemos vendran presto muchos religiosos de las provincias de Españall.

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