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- 3i - Según el precedende pla,n se ha desarrollado nuestro Ma– nual de Misionología. ¿Hemos acertado? La crítica lo dirá. Algunos reparos se han hecho acerca de cosas accidentales, como erratas, olvidos involuntarios en algunas citas bfüliográficas y aumento de estadísticas, etc. Lejos de ofendernos agradecemos de corazón cuantas observaciones objetivas e imparciales nos baga la más severa crítica a fin de corregir lo defectuoso en las sucesivas ediciones. Nuestro deseo es servir a la ciencia y al bien común dte todos. Posteriormente a nuestro lVIanual se han publicado los programas de JHisionología del Ateneo Antoniano, de la Univer– sidad Gregoriana de Roma y del Colegio Urbano de Propaganda. En la, orientación general y líneas fundamentales concuerdan con nuestw punto de vista; difü~ren, sin embargo, en algunos puntos accidentales y en la amplitud de algunos estudios espe– ciales, a los que no puede aspirar un Manual escrito para Se– minarios Conciliares y Colegios religiosos. Así por f'jemplo las secciones especiales de lingiiistica, filosofía de los pueblos de misión etc. son cosas particulares a las que un simple clérigo no puede descender detenidamente. ¿Se ha hecho todo para orientar esta ciencia autónoma? ¿Ha llegado a la perfección y unificación de otras asignaturas'? De ningún modo. Estamos al principio de una construcción siste– mática. Las ciencias no se forman como los hongos; requit~ren tiempo, experiencia, reflexión y cola,boración de muchos. v. Trabajo, unión y constancia. Existen en las Pinacotecas hermosos cuadros que repre– sentan sol<lados armados en actitud de lev~tntar la espada sobre el enemigo, pero sin jamás descargar el golpe de gracia; tam– bién se dan sacerdotes y religiosos armados de buenas cuali– dades, dispuestos con los mejores deseos para combatir a los enemigos del Catolicismo; pero no se atreven o no quieren descargar el golpe, es decir, no se mueven ni traba,jan. Son operarios parados, forzosos o voluntarios, que dejan sin cultivo los campos del Señor. ¿Por qué estáis ociosos todo el dfa'? Es ya, la, hora undécima, la llora de las Misiones, la hora de Dios

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