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- 27 - ob:,wrvaria la actividad científico-misional, sino que se facilitaría además el trnhajo de los estudiosos. Para darse cuenta de ese cÍlmulo df' producciones científico– misionales nos es preciso ir espigando por revistas y catálogos las publicaciones pertenecientes, directa o indirectamente, a las diversas partes de la Misionología. A este fin recomandamos a nuestro lectores /lluminare, Siglo de las Misiones, Catolicismo, /l Pensiero Missionario, Rivista dell'Unione Missionaria del Clero en Italia, Revae d'Histoire des Missions, Étades Missionnaires, Bulletin des Missions, Revae d'Histoire Ecclesiastiqae y particularmente las al<-imanas Katlzolisclzen Missionen, Zeitsc!zrift für Missionswissen– sclzaft. Bn esta última se puede ver todo lo principal que en libros y revistas se ha publicado desde el 1911 hasta nuestros días. Sabiendo la utilidad que estos elencos bibliográficos reportan para profosor<'s, discípulos, investigadores y aficionados a los estudios misionológicos nos ntrnvemos a formular la siguiente prngunta: ¿ No podría alguna de nuestras revi8tas españolas publicar mm sección bibliográiica d(~ actualidad en la que sed(, cuenta, de todo lo importantl~ que se edite en libros y revistas sobre las misiones"? IV. Orientaciones Científicas. Como el arquitecto 1,sturlia los principios y reglas dP la ar1¡uitectnrn para com;trnir nn monnmento y, según el plano con– cebido en su int<•ligeneia, busca, recoge, dispone, combina y or– dena la multitud y varieflad de materiales qtw ll' son 1wcesarios o útil<cs para la rPalizaeión <h, su obra maestra; del mismo modo el mi8ionólogo, si quiere eonstmir (•! lwrnwso tl•mplo de la ciencia misional, dPlw buscar, disponer, combinar, ordc1Jm· y sistematizar, 8Cgún los principios de la ciencia, los material,,s inmensos y variados que intPgrau la :'.\Iisionología. Sólo cuando está con– struído un <>rlilicio se p1wde apreciar la bell('Za del conjunto y el oiicio que desempeüa cada 1111a de las partes con relación al todo. El movimiento mi8ional, misionero y misionol6g;ico de num;tra época no se debe dejar abandonado al azar. Es necpsario en-