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Comunicaciones Versaron sobre la encuesta del ponente: utilidad, métodos y tipo ideal de estos Congresos de Apostolado. P. DoNATO DE MoNLERAS.-Hay un cierto clima de decepción ante los congresos: 11".J por falta de buenos deseos, sino por la escasa eficacia práctica. Pero es indudable que los congresos son instrumentos útiles de información, valoración y reajuste de actividades; crean, por lo menos, ambiente de convivencia y diálogo. Entre las cau– sas que frustran los congresos, menciona: a) falta de sinceridad y objetividad en el modo de plantear y resolver la temática de las reuniones; b) falta de practicidad y ccmtinuidad y, a veces, de apoyo ulterior de la jerarquia responsable; e) falta de convicción y compromiso personal serio por parte de los mismos participa:1tm a lo;; congresos. No representan el ideal los congresos abiertos, sino los congresos entre grupos reducidos. Congresos provinciales, interprovinciales, etc.. convienen só 1 o raras veces, y con carácter preferentemente informativo. P. ALEJANDRO DE VILLALMONTE.-Convienen estos congresos porque favorecen el in– te1cambio de ideas, estimulan a la re.flexión personal, ayudan a valorar lo que es e5rncial. No ve inconveniente especial en la celebración de congresos provinciales e inter1irovinciales, etc.; pero no deben multiplicarse con exceso. Congresos de te– mática tan amplia y general como el actual deben organizarse raras veces, y sólo como prólogo a congresos regulares y más especializados. En cuanto a la periodici– dad opina que puede ser de cinco a seis años los congresos provinciales; loe; de los secretariados, cada año. P. AUGUSTO DE VrLLALQUITE.-Coincide con los anteriores comunicantes en la uti– lidad y reparos de estos congresos. El que no se logren los efectos apetecidos pro– viene de la falta de mando o de una disciplina posterior. Es partidario de la cele– bración ele congresos interprovinciales e interobedienciales. Ponencia 2 SAN LORENZO DE BRINDIS, APOSTOL CAPUCHINO Por el P. EUSEBIO DE PESQUER'\ El ponente procede por afirmaciones básicas: l.ª El ideal religioso de San Francisco fue "restaurar o revivir en sí y en los suyos la forma de vida evangélica". 2.ª Para Francisco y sus compañeros, la forma de vida evangélica, que ellos querían apropiarse y renovar en la Iglesia, era sustancialmente lo mis– mo que la llamada "vita apostolica", es decir, la forma de vida practicada por Jesús en los años de su ministerio público y continuada luego por los Apóstoles. Vivir "a lo apóstol" tenía que significar: una total dedicación a la causa de Cristo, para servirla entre los hombres; cierta holgura de movi– mientos en cuanto heraldos, pregoneros o enviados suyos; pero también con pobreza y desprendimiento de todo, para que nada pudiera servir de emba– razo en tal dedicación. 3.ª La suma o compendio de la vida apostólica se nos ha dado en aque– lla declaración de los Hechos: "Nos vero orationi et ministerio verbt instan– tes erimus" (Ad., 6, 4). 4.ª Los capuchinos significaron un sustancial empeño ( lel más serio?) 7

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