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ciac1ones piadosas, y tratando de ponerlo todo a punto, para qüe to:io res– ponda a las necesidades actuales. Todo ello: reuniones, ponencias, coloquios, enseñanzas y los mejores pro– pósitos, así como nuestras mismas vocaciones y nuestras propias vidas, las ponemos ahora a los pies de V. E. Rdma. y al hacerlo así, sabemos que nos ponemos al servicio y al amor de Jesucristo Nuestro Señor y de su Vicario en la tierra, el Papa, y cumplimos una vez más el precepto del primer capítulo de la Regla, según el cual S. Francisco promete obediencia, reverencia y amor al Papa. Por ello, reproduciendo lo más fielmente posible lo hecho por el Seráfico Padre a los pies del gran Pontífice Honorio III, me atrevo a decir también: "Y yo, Fr. Cornelio de San Felices, en nombre propio y en el de todos los aquí reunidos, y en el de todos los capuchinos de España y Portugal y sus misio– nes, prometo obediencia y reverencia al Sr. Papa Juan XXIII y a la Iglesia Romana, aquí tan dignamente representada por V. E. Rdma., Sr. Nuncio Apos– tólico". En alabanza de Cristo. Amén. ALOCUCION DEL EXCMO. Y RDMO. SR. NUNCIO APOSTOLICO Agradezco el homenaje que en la persona de su representante dedicáis al Papa Juan XXIII. He estudiado el programa de vuestro Congreso y he visto el interés por las necesidades de los tiempos. Los tres motivos de vuestra se– mana de estudio son dignos de la más cordial complacencia: habéis querido honrar a San Lorenzo de Brindis, celebrar las Bodas de Oro de vuestro Se– minario y orientar vuestras actividades apostólicas en sentido práctico, frar.. ciscano y moderno. Con vosotros me siento como en familia. Hace más de 50 años que tengo el privilegio de ser miembro de la Tercera Orden Franciscana (aplausos). Un Padre capuchino, confesor en mi seminario, fue quien me ciñó el cordón franciscano. La campana de su convento próximo nm, despertaba por la noche, cuando tocaba a maitines. San Francisco ha sido el "hombre católico y todo apostólico" que ha sostenido la Basílica de Letrán en tiempos difíciles. Por eso es tan gozoso para Nos encontrarnos con estas comunidades fieles a las nor– mas de la Santa Sede, siempre ejecutadas tan fielmente por la Orden Fran– ciscana a lo largo de los siglos. vuestro VI Congreso Provincial de Apostolado se clausura hoy bajo los mejores auspicios, después de haber inspirado sus lecciones y orientado sus conclusiones a la luz de las enseñanzas bíblicas y teológicas, ascéticas y apos– tólicas de San Lorenzo de Brindis. Este admirable religioso, gloria de la Orden Capuchina, ha sido proclama– do Doctor de la Iglesia, y sus luminosos ejemplos de doctrina, de celo y de apostolado han sido recordados y exaltados por el reinante Pontífice en so– lemnes documentos que deben ser objeto de los más diligentes estudios. Lorenzo de Brindis se distinguió por su santidad de vida, por su celo apostólico, por su sabiduría extraordinaria, y ha ejercido una influencia ma- 64