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colanías sirven para ayudar al p1,1eblo a aprender a cantar, sostenerle y suplirle cuando éste no sabe cantar. En cuanto a las intervenciones del órgano, se atiene a la Instrucción de la Sagrada Congregación de Ritos. P. JACINTO DE FONTANLL.--Concretá..11.dose exclusivamente a las escolanías. opina que urge cultivar, ante iodo. los cánticos litúrgicos gregorianos y polifó1úcQcs clásicoo. Como complemento estará bien preparar a nuestros coros para otras actividades profanas con el canto. Las escolanías son en sí mismas obras de apostolado. En ellas, naturalmente, hay que atender en primer lugar, a la formación de los niños por la misma liturgia; pero han de ostentar además nur.stras escolanías el sello de apos– tolado como obras sociales, de ayuda a los mismos niños, cosa que con .frecuencia se echa en olvido: se les retiene egoisticamente en nuestros coros hasta hacerles rendir todo lo que pueda dar de sí st 1 voz atiplada. acaso con menosprecio. o al me– nos descuido, de su educación intelectual, del aprendizaje de algún arte u oficio. P. SAMUEL DE YUDEGO.-Ante todo hay que crear en todos los religiosos -y acaso m1is en los superiores-- la convicción de que la música es algo consustancial al culto, y que la Iglesia lo manda, bendice y quiere. Para la renovación del c;;,,nto re– ligioso popular lo primero que urge es acootumbrar y enseñar al pueblo al canto en las iglesias; cosa no muy dificil, pues el pueblo tien2 más cualidades de c,aptación de las que muchas veces nos creemos. Los medios de est,a enseñanza son: a) seleccio– nar cánticos populares y estrictamente litúrgicos, siempre dignos y llenos de unción religiosa; b) enseñarlos primero a algún grupo (coro. escolanía, congregación); a fuerza de oírlos a este grupo selecto, el pueblo acabará por aprenderlos perfecta– mente; c) debe salir siempre un Padre a dirigir los cánticos, aun los más sencillos y corrientes. Las escolanías son un buen medio de solen:1nizar nuest,ras fun-::iones, y de captar la simpatía y atracción hacia nuestras iglesias; merecen toda ayuda di: los superiores, quienes deberán ver con gusto cualquier exhibieión de las mismas dentro y fuera de la ig1esía, pues redundará en1 honor del convento e iglesia. Seria ideal, además. Ja formación de agrupaciones corales de jóvenes en nuestras rasas, y mejor donde hay ya escolanía. Es un medio de captación de la juventud y de !Ipostolado litúrgico. e incluso de educar:ión artística. Finalmente, se debe cultivar más la música sagrada en el Seminario y Colegios, especialmente el canto grego– riano; es cumplir los deseos y normas de la Iglesia, manifestados en multiples ciocumentos. P. BENIGNO DE MADRID.--Contesta eseuetamente a la encuesta: 1) Urge una re– novación del canto religioso popular. 2l Interesa cultivar cánticos de sabor y estilo religioso y al mismo tiempo popular. 3) Al pueblo se le hace cantar ensayándole, animándole, dando ejemplo. 4) El papel del coro: acompaúar. sostener el canto del pueblo, e interpretar las ecmposiciones sagradas, gregorianas o de canto figurado. que se le destinan. Idéntico papel corresponde a las escolanías. 5) A no ser en casoo muy especiales. de ordinario deben obs2rvarse las nuevas normas sobre las ínter• venciones del órgano. P. FELICIANO DE TARIL0NTE.--Muchos son los cantos que deben ser renovados, tan– to en. la letra como en la música, sobre todo ios de Comunión, cuyas letrillas pecan frecuentemente de sensibleras y acarameladas. El tipo de música que conviene cul– tivar es, en primer lugar, el canto gregoriano. sin excluir los cantos modernos de verdadero sentido religioso. No es fácil lograr ia participarión del pueblo, frecuente– mente reacio al canto por ambiente, educación y deficiencia de sentido musical, e in– cluso timidez o reparo natural, sobre todo en los hombres: pero se logrará mucho con repertorios adaptados a la mentalidad de hoy. En nuestras reuniones litúrgicas, el coro debe prescindir de lucimientos personales y ser una ayuda y sostén del canto de la comunidad. Para las intervenciones del órgano. se remite a la Instrucción de la Sagrada Congregación de Ritos sobre música y liturgia. P. ·CÁNDIDO DE VILL.JIB.-,Oplna que debe ser reri.ovado el eanto religioso popular, arrinconando para siempre esos '·cantiquitos•· de éiertas novenas y los de mero lucí•·

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