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razonables. Cree conveniente que sr- hagan estos ensayos en nuestros ejerc1c10s de ccmunidades. dirigidos por religiosos de una só1ída preparación teológica y con un conocimiento profundo de nuestra espiritualidad; aunque sólo fuera en plan de en– sayo, serían mil veces preferibles a los clásicos ejercicios que frecue.ntemente no con– vencen ni poco ni mucho. El medio nmmal de forn,ación de directores de aposto– lados de minorías es la especialización, acudiendo a los centros ya especializados para ver, aprender y comparar; pero sería ridículo que nos dieran, a los religiosos. unos cursillos de cristiandad en su estructura actual. La observación. el estudio y el con– ti:wto con las corrientes modernas son un medio excelente para ponen1os en forma. Recomienda también la lectura y asimilación de autores tan originales y corn.peten– tes como Knox, Guardini y Herwegen. P. ROBERTO DE LANGAYo.-Hoy se da e;;ta antirnonía: el hombre no es religioso por dentro, y lo es como grupo, socialmente, por fuera; vive una piedad heredada, con– ' encional. Cambiar su mentalidad de pagana en cristiana no puede realizarse en masa, sino actuando sobre individuos y minorías, que, a su vez, obrarán como fer– mento en el resto de la masa. Es la hora de los Cursillos y Ejercitaciones, sin olvidar por eso el valor de los Ejercicios, que prrdispondrán o completarán la obra de los anteriores. A la hora de una puesta en marcha de nuestros medios de apostolado no podemos quedar relegados a los métodos tradicionales, como no podemos 3eguir dando misiones según la hora de un San Leonardo de Porto Maurizio. Hay que evan– gelizar el medio en que se desenvi.;elve la vida del militante, educar a éste en la práctica de las virtudes teológicas, entrar en diálogo con las personas del medio so– cial, dar un sentido cristiano a las relaciones temporales. En todas las diócesis están ya iniciados estos movimientos apostólicos, y nuesüos Padres deben ponerse en con– tacto con ellos participando previamente en cursillos, etc. Una vez puestos al tanto de su marcha, será fácil colaborar con el A. C. I.. y concretamente la comisión J. I. C. nos puede enseñar mucho sobre el trato con nuestras Juventudes. Este aire v estilo nuevos deben entrar no sólo en nuestro apostolado de casa, sino también en la temática y marcha de las misiones. En nuestros ejercicios de comunidades no tienen aplicación mayormente los cursillos: lo que hace falta es que los ejercicios sean ejercicios de verdad, no una mala misión o cosa parecida. Sus directores deben ser especializados. E incluso se puede llamar a un jesuita, por ejemplo, siempre que sea un magnifico director de ejercicios. Coloquio P. Roberto de Langayo · El seglar ¿debe trabajar como ayuda o con papel insusti- tuíble? P. Elías: Con papel insustituible. P. Begoña: lPor qué se ha limitado a hablar de ejercicios? P. E lías: Me refiero a todo: ejercitaciones. cursillos, ejercicios... P. Begoña: Quizá la mente de la ponencia era cómo debemos atender a las mino– rías profesionales, que pueden existir en nuestras asociaciones. P. E lías: Mi intención era exponer cómo debemos formarlos y atenderlos. Ponencia 18 APOSTOLADO DE ASOCIACIONES Por el P. CONSTANCIO DE ALDEASF.CA En esta ponencia se trata concretamente de la revitalización de nuestras aso– ciaciones piadosas, excluídas las Hermandades de la V. O. T. (que no son de la competencia del Consejo Provincial de Apostolado) y las catequesis. Da, en primer lugar, una. estadística detallada de las asociaciones erigidas canónica– mente en nuestras iglesias, que son 50; el numero de asociados es de 17.170. 41
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